Durante el día cartonea y a la noche estudia. Juan tiene 22 años y nunca pudo terminar sus estudios por diferentes razones que golpearon su vida. “Me faltan dos años para terminar la secundaria y estoy seguro que esta vez lo voy a hacer”, asegura. A los 15 abandonó la escuela porque su papá fue despedido y él tuvo que empezar a cartonear con su mamá. A los dos años retomó nuevamente sus estudios pero en medio de la cursada su mamá falleció. “Ahora con mi viejo somos los que sostenemos a mis tres hermanitos”, agrega.
Juan acude a uno de los tantos secundarios nocturnos que existen en la Ciudad de Buenos Aires y, tras una política de ajuste y vaciamiento educativo llevada adelante por la administración porteña, teme verse forzado a tener que abandonar sus estudios. Como informó éste medio en su edición impresa del domingo 16 de febrero, el cierre de cursos en secundarios nocturnos y el pase a disponibilidad de las horas docentes no solamente pone en jaque el trabajo de cientos de profesores y profesoras, además apunta directamente contra uno de los sectores más vulnerados de la Ciudad que tiene como objetivo finalizar la educación media y poder continuar sus estudios superiores.
“No vamos a permitir que cierren nuestros secundarios, acá no solo estudiamos nos dan una esperanza de vida”, exclamó Juan a Tiempo antes de ingresar al colegio.
Por este tema, el peronismo y la izquierda presentaron un pedido de informes conjunto para indagar al poder Ejecutivo sobre el cierre de cursos en el Colegio Nº 4 D. E. Nº 9 “Nicolás Avellaneda”, ubicado en el barrio de Palermo.
Si bien este primer documento pone el foco sobre uno de los más de 15 secundarios nocturnos por los que atraviesan la misma situación, sirve como punto de partida para que la administración macrista sea interpelada sobre esta nueva medida que afecta a la educación pública.
“El gobierno de Jorge Macri vuelve a atacar a la educación nocturna sabiendo que se trata de la educación que más necesitan los trabajadores para poder cumplir sus estudios y está cerrando cursos sin ninguna justificación”, explicó el diputado porteño del FIT Gabriel Solano. “Queremos poner manifiesto esta situación y colaborar con la organización que se está dando en los colegios para resistir este nuevo atropello”, remata
Por su parte, la diputada Maru Bielli de Unión por la Patria (UxP), manifestó a este medio lo preocupante de este tema y señaló que acompañan el reclamo de los docentes del Nicolás Avellaneda y la presentación del pedido de informe: “tiene que ver justamente con hacernos de la información sobre cuáles son los criterios con los que se están cerrando secciones, como se garantiza la continuidad de la oferta para los estudiantes y cuál es la situación en la que quedan los docentes desafectados, entre otras cosas.”
El documento presentado por el peronismo y la izquierda, indaga sobre varios puntos: los motivos por los cuales se lleva adelante el cierre de cursos; si hubo reuniones con la comunidad educativa del colegio para solucionar el tema de los cierres de curso. Además pide explicaciones sobre si se van a respetar la carga horaria de los docentes; y si se ofertaron vacantes para estos cursos para el primer año del ciclo lectivo 2025 en la inscripción on line. En caso afirmativo, adjunte la documentación.
Cabe destacar que uno de los principales argumentos del GCBA para el cierre gradual de los secundarios nocturnos, estos tienen poca matrícula de estudiantes. Desde la comunidad educativa advierten que este no es un argumento válido, dado que el Ejecutivo noimplementa las herramientas de difusión necesarias para informar sobre la existencia de estos colegios a la comunidad. Además, hay fuertes sospechas que en las inscripciones realizadas en el sistema on line, no aparecen ofertas de vacantes de estos centros educativos.
Ya hay docentes despedidos
En algunos colegios secundarios nocturnos el cierre es inminente, dado que cerraron más de la mitad de los cursos y dejaron sin trabajo a decenas de profesores. “El gobierno porteño se ampara en el decreto 1990 que dice que para mantener un curso abierto debe tener como mínimo 12 alumnos. Y que en una escuela con menos de diez cursos (sería nuestro caso) darían de baja también al prosecretario y al vicedirector”, explicó Matías Sanguinetti, actual Jefe de preceptores en el Colegio 14 DE 2 Juan José Paso, situado en el barrio del Abasto.
En esa institución educativa se cerrarán siete cursos y dejan siete cursos activos. “Es decir, nos cierran el 50% del total. Alrededor de 20 docentes se están quedando sin trabajo por este cierre”, alerta Sanguinetti.
Este jueves, a varios profesores que fueron a cumplir con sus obligaciones laborales, les anunció la propia supervisión escolar que ese era su último día de trabajo.
“A quienes les avisaron el año pasado que entraban dentro de los despidos del ministerio, este jueves se presentaron a trabajar porque tenían que hacerlo hasta el 5 de marzo, que es cuando comienza el nuevo ciclo de lectivo, es decir, cuando entra en vigencia todo este achique. Pero les notificaron que éste era su último día de trabajo y que desde el viernes no eran más parte de la escuela”, señaló Sanguinetti.