Es viernes. Hace apenas unos minutos el presidente Mauricio Macri acaba de anunciar por televisión el veto a la Ley Antidespidos rodeado de los trabajadores de Cresta Roja. A lo lejos mira un grupo de los más de 2000 empleados despedidos de esa empresa avícola que, en diciembre pasado, fue centro de la represión de Gendarmería.
Héctor Recalde sigue la explicación del mandatario desde su despacho en el Congreso. El titular del bloque de Diputados del FPV-PJ deja el mate y afirma categórico que Macri no logrará licuar el costo político de su decisión. «Se lo vamos a recordar hasta 2019», subraya. El jefe de la bancada opositora razona que la herramienta elegida por el Poder Ejecutivo tiene raíz legal, pero no duda en rechazar su aplicación. En este caso, advierte, «se utiliza para vulnerar los derechos de los trabajadores». Sin perder la calma, anticipa de qué lado se posicionará su bancada si las centrales sindicales convocan a un paro en respuesta a la decisión del gobierno. «Nosotros vamos a estar acompañándolos», puntualiza.
Costó trabajo sancionar esta ley… ¿Así va a ser siempre?
(Ríe) Sí, así será. Y costó trabajo porque tratamos de acordar con todos los sectores de la oposición. Incluso tuvimos una frustración el día anterior a la sesión cuando le ofrecimos al Frente Renovador (FR) votar la ley de pymes que ellos impulsan. De hecho, Axel Kicillof había estado trabajando con Marco Lavagna para consensuar, a cambio de que ellos acompañen la Ley Antidespidos que vino del Senado, pero Sergio Massa no quiso. Él estaba acompañado de Graciela Camaño y yo con (José Luis) Gioja y Teresa García.
Pensé que se refería a la sesión especial del 12 de mayo…
¡Noooo! La de este miércoles, la otra ya nos la habían frustrado, pero de ese tropiezo surgió algo positivo, porque justo antes de que nos sentáramos en las bancas sin saber si tendríamos quórum, el oficialismo había publicado el temario de esta sesión ordinaria (donde sí estaban los dictámenes de leyes antidespidos) y ese fue nuestro triunfo. Pero bueno, Massa no aceptó nuestra propuesta y llegamos al recinto sabiendo que igual íbamos a ganar, porque estábamos seguros de que los diputados de origen sindical del FR iban a votar con nosotros porque, si el resto del bloque de Massa se oponía, igual se imponía el proyecto que vino del Senado.
Pero para esta sanción se necesitó un acuerdo también con Cambiemos…
Sí, eso no es secreto. Ellos vinieron a esta oficina a contarnos que habían decidido abstenerse y eso nos «recontra» garantizaba el triunfo. La realidad es que no dimos nada a cambio porque lo que ellos buscaban era perjudicar a Massa. Ese era el rédito de ellos porque consideran que los traicionó. Imagino que tiene que ver con aquello del acuerdo que dicen que tienen en la provincia de Buenos Aires. El que habló conmigo me lo dijo así de contundente, que los traicionó.
Entonces Cambiemos negocia por su disgusto con Massa.
Así es. Están muy molestos con él.
¿No considera que la actitud abstencionista de Cambiemos es porque especulan que el veto ya no los perjudica como se hablaba en un principio?
Es posible que hayan analizado eso, pero también es posible que hayan evaluado que al vetar la ley nuestra, la del Senado, no vetaban una ley pyme o los artículos dedicados a las pymes que tenía el proyecto de Massa. Nosotros queremos una ley que proteja a las pequeñas y medianas empresas. La estamos presentando hoy (por el viernes).
En ese sentido, según diputados de Cambiemos, la diferencia con la iniciativa que impulsó Massa era el gran costo fiscal.
Eso habrá que preguntárselo con más detalles a Kicillof, pero nosotros queremos una ley que las respalde sin desfinanciar la seguridad social y sin quitarles ningún derecho a los trabajadores. Veremos cuáles son las diferencias entre nuestro proyecto y el de Massa. Ahora, lo real es que el miércoles pasado nuestro objetivo era proteger a los trabajadores.
Y, como se esperaba, Macri vetó la ley. ¿Entonces?
Pues bien vamos a recurrir a la instancia legislativa que es la de ratificar la ley con dos tercios en el Senado y en Diputados. Obviamente en Diputados tenemos el mayor problema. Ahora, considero que la Constitución Nacional establece muchos derechos, después hay que ver cuál tiene preeminencia. Si lo tiene el veto sobre una ley frente al artículo 14 bis que le otorga a los trabajadores el derecho a la protección contra el despido arbitrario y a la estabilidad del empleado público. Porque también está el artículo 75, inciso 19, que dice (lo repite de memoria): Proveer lo conducente al desarrollo humano y al progreso económico con justicia social. Entonces, con esto quiero decir que el veto puede ser declarado inconstitucional.
Eso implica un recurso ante la justicia…
Sí e incluso subsidiariamente por abuso de derecho.
¿Pero no lo acusarán de judicializar la política?
No, no, no. Nosotros no judicializamos la política. Estamos justificando nuestra insistencia, estoy estableciendo cuáles son los derechos de los trabajadores. Si hay una norma, sea del Congreso o del Poder Ejecutivo que lesiona los derechos de los trabajadores yo los voy a defender a ellos y eso no implica judicializar la política.
¿Las centrales obreras tienen que llamar al paro?
Mire, de la misma manera que considero que Macri no debe interferir en el trabajo del Congreso como hizo con el veto, yo no me voy a inmiscuir en las decisiones de las centrales obreras. Ahora, si ellos toman una actitud de luchar contra el veto, nosotros los vamos a acompañar.
Disculpe que insista, pero sus colegas de Cambiemos no se mueven de que el costo político del veto presidencial ya se ha licuado…
-(Suelta el mate) ¡Nooooo! ¡Qué se va a licuar el costo político! Hasta 2019 le vamos a recordar e insistir con este veto. Por eso le dije en el recinto que si Macri veta va a sufrir el veto de los trabajadores. «
«Recuperan lo peor de los noventa»
El macrismo piensa que minimizará el costo político del veto llevando al Congreso leyes como la de primer empleo.
Pero esas son iniciativas que recuperan lo peor del neoliberalismo, lo peor de los noventa. El primer ejemplo fueron los contratos de McDonald’s que es un hecho objetivo: la precarización del empleo y los contratos basura. No es retórico, es concreto. Además, la actitud demagógica del presidente de hacer el acto en Cresta Roja después de que los reprimió. Anunció el veto en una empresa que dejó a 2200 empleados en la calle y sólo quedaron 1300 adentro. Es un acto demagógico.
¿La ley de primer empleo pasa el tamiz de la Cámara?
No lo puedo asegurar. Sí le hemos realizado muchas críticas, pero además de críticas tenemos que buscar alianzas para impedir este tipo de leyes, porque el proyecto de Macri beneficia a las grandes empresas y perjudica a las micro, pequeñas y medianas.
Pero se pueden corregir esas normas como ocurrió con la devolución del IVA para los sectores de menores recursos…
El modelo de Macri es antagónico al nuestro. Es posible que podamos mitigar algunas cosas pero no cambiar la direccionalidad, porque este es un gobierno para los ricos. Ellos podrán hacer gatopardismo pero no cambiar. Esto comenzará a solucionarse en 2017 y de manera definitiva en 2019.