Una enfermedad silenciosa, poco tratada y mortal. Desde la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) llevaron a cabo relevamientos entre 2017 y 2021 a más de 200 mil argentinos mayores de 18 años. Si bien aclaran que no constituyen un estudio epidemiológico y científico riguroso, sino que fueron sondeos propios basados en una campaña de concientización, los resultados fueron más elocuentes y preocupantes de lo que preveían: no solo confirmaron una alta prevalencia de hipertensión en la población argentina, sino también (y sobre todo) un elevado desconocimiento de las personas que la padecen respecto a su condición, y un mal control de la enfermedad, aún en quienes están bajo tratamiento. En el Día Mundial de la Hipertensión, que es este 17 de mayo, el escenario nacional al que se le suma un sedentarismo profundizado por la pandemia, una baja actividad física, y una mala alimentación general, suma alertas y advertencias que necesitan ser escuchadas a tiempo, para combatir a esta patología que constituye la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo.
Durante cinco años, a través de las Campañas ‘Conoce y Controla tu Presión Arterial’ (CyC), la SAHA realizó controles de la presión arterial a 232.873 adultos que voluntariamente accedieron a controlarse la presión, con un tensiómetro automático digital validado. El relevamiento dio que una de cada dos era personas era hipertensa (50,3%), de las cuales el 65,3% no tenían su hipertensión bajo control.
De ese grupo, casi 1 de cada 3 (28,9%) desconocía que tenía la enfermedad, un 33,5% si bien tenía diagnóstico y estaba bajo tratamiento no alcanzaba los valores saludables (hasta 140/90 mmHg) y un 2,9% que directamente pese a saberse hipertenso, no se trataba. Apenas un tercio de los hipertensos tenía diagnóstico y su presión controlada.
“Nos alarma ver cómo se mantiene este parámetro -medición tras medición- en el que más de 6 de cada 10 hipertensos no tienen bajo control su enfermedad. No nos cansamos de enfatizar que la hipertensión es una enfermedad que constituye la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo y que representa el principal factor de riesgo para desarrollar, entre otras, enfermedades cardiovasculares como el infarto o el accidente cerebrovascular, e insuficiencia renal. Como no da síntomas, mucha gente la minimiza, pero es una condición muy seria a la que hay que atender sin dilaciones”, advierte el médico cardiólogo Marcos Marín, presidente de la SAHA y coordinador de la Campaña 2022 de “Conocé y Controlá tu Presión Arterial”.
La edición de este año arranca mañana, en el Día Mundial de la Hipertensión, y durará hasta el 14 de septiembre (Día del Hipertenso). Esta fecha fue instaurada por la SAHA porque refiere a 14/9. ¿Qué es ese número? Representa a 140/90 mmHg, cifra a partir de la cual se considera que alguien tiene “hipertensión”.
A las personas que se acerquen les tomarán la presión voluntariamente y de forma gratuita. Además, les darán consejos e información sobre el tema. Los múltiples puntos estarán ubicados en su mayoría a la salida de hospitales o centros de salud y otros lugares estratégicos. También realizarán mediciones en la red de farmacias de la COFA.
En las ediciones del 2017 al 2019, las mediciones se realizaron en forma presencial en centros montados en la vía pública y en lugares estratégicos, mientras que en las ediciones de 2020 y 2021, a causa de la pandemia, el relevamiento lo desarrollaron íntegramente virtual, en el que los participantes accedían con mediciones hogareñas a través de sus propios dispositivos.
“Juega a nuestro favor el hecho de que se detecta con una simple medición con un dispositivo automático presente incluso en muchos hogares; de todos modos, no logramos que la gente conozca sus valores de presión y sea diagnosticada y tratada en forma temprana. Ese es nuestro principal objetivo con estas iniciativas de concientización hacia la comunidad. La hipertensión no tratada va produciendo en el tiempo lesiones arteriales que contribuyen al desarrollo de enfermedades muy severas e invalidantes”, añade Nicolás Renna, médico cardiólogo universitario, doctor en Medicina y vicepresidente de la SAHA.
La campaña nacional forma parte de una iniciativa internacional liderada por la Sociedad Internacional de Hipertensión (ISH) y la Liga Mundial contra la Hipertensión Arterial (WHL). En la edición de 2019, la Argentina fue el tercero que más cantidad de mediciones realizó, con un total de 85.296.
En opinión de los organizadores, si bien la campaña es masiva y arroja datos que permiten tener una dimensión de la problemática, esos valores no deben tomarse con rigor estadístico ni científico, porque corresponden a personas que se acercan voluntariamente a la medición, muchas veces en lugares cercanos a los propios hospitales y centros de salud.
“Seguramente, un estudio especialmente diseñado con las condiciones estadísticas necesarias para que sea representativo, podría ofrecernos conclusiones distintas, pero año a año las campañas arrojan valores similares, lo que nos hace pensar que reflejan una determinada realidad, aunque no perdemos de vista el objetivo primario de la acción, que es la concientización en la comunidad”, aclara Pablo Rodríguez, secretario de la SAHA.
Para Diego Fernández, médico especialista en Medicina Interna y Magister en Hipertensión Arterial y tesorero de la SAHA, la importancia del tratamiento de la hipertensión queda evidenciada por las cifras de la 4a Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, difundida en 2019 por el Ministerio de Salud de la Nación, en la que se observa que un 34,6% de la población presentaba presión arterial elevada. De las 97.264 personas fallecidas ese año en la Argentina por enfermedades cardiovasculares, el 37,3% podría haberse salvado si hubiese tenido la presión controlada en valores normales: “Esto permite proyectar que fallecen por hipertensión como causa principal en nuestro país más de 36 mil personas cada año, lo que representa un promedio de casi 100 decesos por día”.
La hipertensión es definida como una enfermedad silenciosa, de fácil diagnóstico, pero que si no es detectada o no está bien controlada, puede llegar a ser mortal. “Debemos insistir en 3 o 4 aspectos esenciales: ante todo, el automonitoreo domiciliario, que representa la mejor herramienta para la detección de hipertensión (siempre con dispositivos automáticos, digitales y validados). En segundo lugar, la importancia de llevar una vida sana, con alimentación saludable y actividad física, pero no olvidando que en la mayoría de los individuos hipertensos no alcanza con reducir la sal en las comidas, caminar un poco o dejar de fumar; eso está muy bien, pero son personas que para controlar sus niveles de presión generalmente van a necesitar de uno, dos y hasta tres medicamentos”, destaca Marín.
Y completa: “En tercer lugar, la importancia del seguimiento médico permanente de los pacientes hipertensos. Finalmente, insistir también con nuestros colegas, porque muchas veces no se realiza la medición de la presión arterial en los consultorios, sobre todo en aquellas especialidades no tan emparentadas con la cardiología. La visita de una persona a la consulta médica debe ser siempre una oportunidad para medirle la presión”.