Las ventas en supermercados se desplomaron 11,4% en febrero respecto a igual mes de 2023, informó el Indec en la tarde de este miércoles. El organismo aseguró, además, que las ventas de los autoservicios mayoristas retrocedieron un 6,2% en la misma comparación y que la facturación de los shoppings cayó un 18,4 por ciento.
El derrumbe de las ventas minoristas en febrero, informado por el organismo estadístico oficial, se condice con datos comerciales previos, como el de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), entidad que agrupa a pymes del país, y que informó de un derrumbe de las ventas de la facturación de los comercios de diversos rubros adheridos, del 25,5 por ciento en febrero de 2024 respecto a lo logrado un año atrás.
En el caso de los supermercados, febrero constituye el cuarto mes consecutivo con descenso en la facturación en la comparación con el mismo mes del año anterior.
El Indec informó también que las ventas de febrero superaron en un 0,5% a las de enero, un dato que no pasó desapercibido en las usinas del gobierno, que aseguraron que eso mostraba la “estabilización” de los precios tras la intervención del Ministerio de Economía sobre la política de precios de las grandes empresas que dominan sus respectivos mercados.
Esa supuesta “estabilización” en los precios habría fomentado el consumo, cuya contracara son las ventas de los comercios.
Esta suposición está vinculada a los datos de inflación de febrero y marzo (13,2% y 11%, respectivamente), que mostraron bajas respecto de diciembre de 2023 y enero de 2024 (25,5% y 20,6%).
Pero, en realidad, la explicación es otra: el índice de ventas de enero de 2024 fue el más bajo de toda la serie de ventas de supermercados que publica el Indec desde 2017, cuando retomó la publicación de estadísticas tras el apagón informativo determinado por el gobierno de Mauricio Macri.
Así las cosas, los datos del Indec muestran una caída sustancial de las ventas al compás de la pérdida de poder adquisitivo de la población.