A casi un año de la masiva marcha universitaria del 23 de abril de 2024, la educación superior pública sigue reclamando al gobierno de Javier Milei los fondos que necesita para sostenerse. En la previa al paro de 48 horas convocado para lunes y martes de la semana que viene, el Comité Ejecutivo del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) emitió un comunicado para reclamar una “urgente” solución ante la “crisis presupuestaria” que atraviesa el sector.

El mensaje del CIN advierte por la “falta de actualización de los gastos para funcionamiento” y reclama la “urgente e imprescindible recomposición salarial para docentes y no-docentes, como, también, la reconstrucción del sistema de investigación, ciencia y tecnología, la reinversión en infraestructura universitaria y la actualización del sistema de becas para nuestros y nuestras estudiantes”.

El comunicado fue emitido tras la reunión de rectoras y rectores el miércoles de esta semana. “Por manifiesta voluntad del Gobierno, la administración nacional y el sistema universitario público argentino no cuentan con un presupuesto para el ejercicio del 2025. Esto significa que el Poder Ejecutivo Nacional puede disponer discrecionalmente, sin ningún tipo de control, de los fondos que surgen del pago de los impuestos que realiza cada argentina y cada argentino. De esta forma, el país no cuenta con una hoja de ruta que garantice el funcionamiento económico y financiero de las instituciones del país”, cuestionaron tras el encuentro.

“En este contexto adverso, el sistema universitario público argentino atraviesa una seria situación de desfinanciamiento en todos los ámbitos de su desempeño institucional. Los problemas que señalamos en febrero de 2024 continúan e, incluso, en varios aspectos se han agravado”, manifestaron para dar cuenta que el reclamo actual reflota el conflicto del año pasado, que generó la primera movilización masiva contra el gobierno de Milei.

Inconcebible e imperdonable

“En un mundo en el que el conocimiento es presente y futuro, es inconcebible e imperdonable no invertir en educación como país”, lamentaron.

Entre las problemáticas concretas que afectan a las universidades, su personal y sus estudiantes, el CIN enumeró que “las paritarias salariales no funcionan y los magros incrementos otorgados por decreto, lejos de recomponer la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, continúan agravando la situación con aumentos por debajo de la inflación. Las becas estudiantiles están congeladas desde agosto del 2024 y sus montos están alejados de cubrir necesidades mínimas. Los recursos que se destinan al funcionamiento de nuestras casas de altos estudios apenas alcanzan a un 50% para el 2025. El sistema de investigación, ciencia y tecnología que, en su inmensa mayoría, reside en las universidades nacionales, es víctima de una drástica reducción de recursos que parece tener por objetivo abortar el desarrollo científico y tecnológico autónomo de nuestra Nación. Obras de ampliación, mejora y mantenimiento de la infraestructura universitaria están totalmente paralizadas, dejándolas libradas a los posibilidades económicas de cada institución”.

Ante esta situación, exclamaron: “Pedimos de manera urgente buscar, en conjunto con el Gobierno Nacional, generar las alternativas de solución a los problemas ya planteados”. El pedido apuntó, además, a las comunidades universitarias del país, para que se sumen a la defensa “de la democracia, de la educación pública y del sistema universitario público argentino”.

Dos días de paro

En tanto, el Frente Sindical de Universidades Nacionales, que agrupa a los principales gremios de docentes y trabajadores no docentes de las universidades públicas en Argentina, ratificó el paro nacional de 48 horas anunciado para los días 17 y 18 de marzo.

La medida se resolvió en la primera reunión anual del Frente, de la que participaron la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (Conadu Histórica), la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), la Federación de Docentes de las Universidades (Fedun), la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), la Asociación Gremial de Docentes de la Universidad Tecnológica Nacional (Fagdut), la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (Fatun) y la Unión Docentes Argentinos (UDA).

“Acá está en juego algo más que el salario de los docentes universitarios, acá está en juego la república”, definió en la conferencia de prensa del jueves el secretario general de FAGDUT, Norberto Heyaca. En ese acto se ratificaron los dos días de paro convocados días antes.

“Desde noviembre de 2023 a diciembre de 2024, la pérdida de nuestro salario frente a la inflación fue de 64,68 puntos porcentuales. Este ajustazo, sin precedentes en los últimos 40 años, provoca un vaciamiento de los equipos docentes en todas las universidades nacionales”, denunció Ileana Celotto, secretaria general de la Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires (AGD UBA). Ese espacio exige un aumento inmediato de 35% para recuperar lo perdido.

El próximo martes 18, en el marco del segundo día de paro, AGD UBA realizará a las 11 un “recibazo” frente al Palacio Pizzurno, para exponer recibos de sueldos. “Queremos que se sepa por qué vamos al paro, por qué decimos que esta situación no se sostiene más”, dijo Celotto. “Este es sólo el comienzo del plan de lucha en este año. Ni siquiera nos han convocado a reunión paritaria para discutir la situación”. Anunció que “en la semana del 25 o del 31 de marzo continuaremos con más acciones, y por supuesto estaremos acompañando el próximo miércoles a nuestros jubilados”.