En Argentina el 90% de las personas trans ha tenido como único modo de supervivencia la prostitución. La expulsión familiar temprana, las puertas que se cierran en las instituciones como la escuela y la falta de acceso a derechos básicos han dejado en el desamparo a generaciones de travestis y trans en Argentina y en América Latina. La consecuencia más flagrante de esto es una expectativa de vida del Medioevo: 35 años. Y una de las experiencias cotidianas es la exclusión del mercado de trabajo: tanto formal como informal. Para paliar esta situación, la activista travesti Diana Sacayán, asesinada en 2015, promovió una ley de cupo laboral trans a nivel estatal en la provincia de Buenos Aires. La ley fue aprobada el mismo año de su asesinato pero nunca se reglamentó.
El año pasado se presentó en el Congreso un proyecto de ley nacional de cupo laboral trans. Actualmente son cinco las provincias que cuentan con esta norma –Santa Fe se sumó el 31 de octubre– y varios municipios aprobaron ordenanzas para implementarlo a nivel local. No obstante, en muchos casos queda como una declaración de buenas intenciones y las personas travestis y trans siguen sin tener cómo parar la olla.
Atenta a esta situación y con la certeza de que la población trans tiene necesidades urgentes y muchísimo para ofrecer, la comunicadora y activista travesti Valeria Licciardi propuso este año una campaña llamada «Las trans lo hacemos mejor». Su objetivo es visibilizar el trabajo y capacidades de sus compañeras. La campaña se transformó en una bolsa de trabajo que tiene como plataforma las redes sociales. Y sin dejar de reclamar una política pública de cupo laboral travesti-trans, visibiliza y comparte las búsquedas de empleo.
Desde la cuenta de Instagram de su emprendimiento de bombachas para travestis y trans @SoyNanaSoy, Licciardi cuelga fotos de las chicas que se suman a la bolsa de «travajo» y allí se las puede contactar.
«La idea es mostrarle a la sociedad que somos buenas en muchas cosas. Que no solamente estamos para la prostitución. Así lo decía Lohana Berkins cuando ponía en discusión que para todes está legitimado que somos buenas teniendo sexo. Lanzamos esta bolsa de trabajo para decirles a todes que también somos buenxs electricistxs, fotografxs, cocinerxs, etc. Las personas que necesiten emplear o cubrir algún puesto de trabajo pueden ingresar y consultarla. Nana no se queda con ningún tipo de porcentaje de esa contratación. Somos un puente y no nos dedicamos a esto específicamente pero sí nos interesa desde la marca poder acompañar a que las cosas puedan transformarse. No esperamos más al Estado y accionamos», cuenta Licciardi. Y advierte: «No creo en la meritocracia. La pregunta de la sociedad sigue siendo la misma: ¿por qué se dedican a la prostitución? Como si desconocieran la respuesta. Quizás sea el momento de hacer otro tipo de preguntas: ¿tomarías a una persona travesti-trans para que cuide a tu hije? ¿Cambiará algo que haya una persona travesti trans en atención al público?».
Armar un currículum
Una de las primeras barreras que encuentran las personas trans, antes siquiera de postular a un trabajo, es el armado de currículums vitaes. Incluso en programas que dependen del gobierno, como la «Bolsa de empleo trans» lanzada por la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural en 2017, se insta a mandar su CV a un correo. «Pero el armado de un CV es algo que se aprende y la mayoría no sabe ni tiene experiencia laboral», agrega Licciardi. «Entonces es un sinsentido», explica.
Para afrontar este punto la campaña «Las trans lo hacemos mejor» contó con diversas acciones y aliades. En Casa Brandon, centro cultural LGBTI+ de la Ciudad de Buenos Aires, se realizó una jornada para compartir experiencias –o la falta de ellas– en el mundo del trabajo y tejer redes de apoyo y contención. Además, se organizó una sesión de fotos para CV, donde Magalí Muñiz, integrante del Archivo de la Memoria Trans y quien se está formando como fotógrafa, hizo los retratos, que pueden verse en la cuenta de Instagram junto a los ofrecimientos. «La experiencia de los retratos fue fabulosa. Porque confiaron en mí y salieron buenísimos. Es una forma también de presentar mi trabajo», dijo Muñiz.
Según Licciardi, la respuesta general ha sido muy favorable y las propuestas se viralizaron. «Nos llegan también muchos avisos de pedidos que publicamos en nuestras historias y se generó un vínculo muy interesante, donde todes colaboramos. Nos recomiendan lugares de trabajo con perspectiva de género, capacitaciones y formaciones gratuitas». «
Perfiles que cubren una amplia demanda laboral
Varias de las personas trans que participan de esta bolsa están formadas en oficios como la electricidad o la jardinería y son quienes reciben más contrataciones. Solange, electricista, tuvo que pedir que no dieran más su teléfono por la cantidad de llamados que recibía. Pero también recibieron la oferta de un restaurante de Palermo que se ofreció a formar a un grupo de chicas para integrar a su personal.
A muchas de quienes participan de esta bolsa les gustaría trabajar en atención al público. Una de ellas es Lara Delmoral: «Tengo experiencia en el área como vendedora en un local de indumentaria. Cuento con referencias comprobables. Vivo en zona Sur pero puedo moverme por todo CABA».
María Florencia también: «Trabajé como recepcionista y me gustaría trabajar en atención al público. Tengo referencias comprobables en CABA y provincia de Salta».
Dolores Guadalupe Olivares, de 32 años, explica que «quisiera, en lo inmediato, poder trabajar en algo que tenga que ver con atención al público, sea de camarera o recepcionista. Fui empleada doméstica, camarera y también me dediqué a cocinar. Le hacía el almuerzo a Lizzy Tagliani. Después me puse a estudiar y hoy estoy terminando el secundario en la Mocha Cellis. Cuando termine me gustaría ser profesara de Lengua y Literatura poder enseñar y hacer que las identidades travestis y trans puedan ingresar a la educación».
El resto de los ofrecimientos pueden encontrarse en la cuenta de Instagram @soynanasoy donde también aparecen los datos de contacto de las chicas.