Las segundas y terceras marcas ganaron espacio a la par de la caída del poder adquisitivo del salario y ya representan cerca de la mitad del consumo minorista.
El tema estalló en los medios este lunes después de que la ex presidenta y candidata a vice por el Frente de Todos, Cristina Fernández, se refirió a esos productos con los apelativos informales de “pindonga y cuchuflito”. Pero el protagonismo de ese tipo de marcas, en su mayoría productos fabricados por las mismas empresas que elaboran las marcas líderes, es resultado del largo proceso de desmejoramiento del poder de compra de los trabajadores.
La consultora Focus Market informó que en el primer trimestre de 2019 el consumo de segundas y terceras marcas subió un 5% mientras que la facturación lo hizo un 4,3% comparada con el mismo período de 2018. Un informe de esa consultora explica que estas marcas alcanzan en la actualidad el 42,8 % de los productos que vende el canal de consumo masivo.
El trabajo de Focus Market señala que desde 2016 a 2019 las marcas mayoristas y las que la ex mandataria llamó “pindongas” pasaron de una participación del 32,6% a una del 42,8% en unidades y del 21,5% al 27,7% en facturación. Las tres categorías más importantes en presencia de segundas y terceras marcas son puré de tomates, con el 38%; conservas con el 26%; y enlatados de pescado con el 13%.
Otro aspecto saliente es la evolución de las marcas «cuchuflito» en la participación en la facturación. Según la fuente, entre el primer trimestre de 2016 y el primer trimestre de 2019 las marcas más caras cayeron un 3,5% y las marcas medias retrocedieron otro 7,6% pero las segundas y terceras marcas subieron un 10,4% y las mayoristas subieron el 0,8%. En unidades, entre el primer trimestre de 2016 y primer trimestre de 2019 esos productos crecieron 9,7% y las marcas mayoristas un 0,7 por ciento mientras que las marcas caras cayeron 3,8% y las medianas retrocedieron el 6,5%.
Consultado sobre este fenómeno, Miguel Calvete, referente de los supermercados chinos y de la consultora Indecom, destacó que las segundas y terceras marcas “crecieron más de 6 puntos entre enero de 2018 y enero de 2019”. La ventaja tiene que ver con la manera en que esas marcas absorbieron la devaluación y el encarecimiento de los productos a lo largo de 2018. “Es cierto que esos productos también aumentaron pero es inevitable porque el aumento de precios arrastra a todos. De todos modos las primeras marcas tuvieron un aumento más evidente que las segundas”, diferenció.
El mercado de consumo masivo está dominado por apenas 30 empresas que integran en la COPAL a uno de los grupos de lobby más poderosos de la economía local.
Esas empresas, fabricantes de alimentos, bebidas, productos de tocador y limpieza, aportan la mayoría de los productos que se venden en todos los segmentos de los mercados mayorista y minorista.
En particular son mayoría en la familia de los programas Precios Cuidados y Precios Esenciales y son las que frente a la caída de las primeras marcas por la crisis avanzaron con las de segundo y tercer orden como estrategia para sostener las posiciones dominantes dentro del mercado.