Buzo azul con rayas y la humedad en las axilas delatando la euforia. Con la izquierda ataja una silla que también fue escudo y en la derecha el cuchillo que lo vuelve peligroso, casi asesino.
Rodolfo Manuel Corzo 28 años, empleado del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, hijo de un puntero del PRO que también sabe intimidar a los que no se alinean en la zona sur fue captado por las cámaras durante el ataque a vecinos que discutían la posible cesión de terrenos públicos al club Boca Juniors y que terminó con dos jóvenes internados: uno con politraumatismos en la cabeza y otro con una herida profunda en el cuello.
El miércoles, en la sede de la Comuna 4 (que incluye a vecinos e instituciones de los barrios de La Boca, Barracas, Parque de los Patricios y Pompeya), sobre la calle Del Barco Centenera, el Consejo Consultivo se reunió para tratar la venta de los terrenos públicos a Boca para que el club construya un nuevo estadio a pocas cuadras de La Bombonera.
«La reunión arrancó convulsionada porque en el lugar había una patota del PRO, comandada por un puntero de la zona conocido como ‘El Cordobés’, no eran integrantes de la barra brava, como informaron algunos medios, que empezó a agredirnos de manera verbal. Hasta los vecinos que eran simpatizantes del PRO les pedían que nos dejaran hablar porque lo que estaba sucediendo no era democrático», recuerda Carlos Yoshinaga, miembro de la Agrupación «Boca Es Pueblo», que se opone a la construcción de un estadio que remplace al actual, alegando que se trata de una maniobra inmobiliaria fraudulenta (ver recuadro).
De acuerdo al relato de Carlos, un compañero de la agrupación tomó la palabra y planteó la negativa al traspaso de los terrenos de Casa Amarilla, lo que provocó que el grupo que responde al oficialismo, tanto en Boca como en la Ciudad, comenzara la agresión. «El hijo de El Cordobés sacó un cuchillo e hirió gravemente en la garganta a un compañero de Boca Es Pueblo. Además, a un militante del barrio le dieron un culatazo en la cabeza que lo dejó inconsciente. Para nosotros ambos casos constituyeron claros intentos de homicidio», se queja Carlos en referencia a Rodolfo Corzo.
Matías Scinica, de 25 años, fue trasladado de urgencia al Hospital Penna y luego a una clínica privada de Avellaneda donde quedó internado por la pérdida de sangre que le causó el puntazo. Ayer por la mañana recibió el alta médica, se fue a su casa y almorzó junto a su familia. Intentó volver a la normalidad. «Estoy bien», escribió en el grupo de WhatsApp de sus amigos, como para llevar algo de calma.
Fernando Abal Medina, la otra víctima y hermano del senador Juan Manuel, todavía sigue en terapia intensiva para observar su evolución. Intentó frenar a los violentos y sufrió un golpe con un fierro en la cabeza que lo derribó. Ya en el piso lo patearon hasta dejarlo inconsciente. «Lo del miércoles no fue un hecho aislado. Los episodios de violencia en el barrio se dan todos los días porque esta gente suele andar armada. Es el modus operandi del macrismo para hacer política», denuncia Carlos.
Para el fiscal Marcelo Munilla Lacasa, que investiga el ataque, «todo se debió a una cuestión por el tema de los terrenos, pero a los efectos de la investigación de los delitos no reviste importancia si había partidos políticos o agrupaciones de Boca que responden a uno u otro sector».
«Acá una persona hiere a otra y estuvimos haciendo todas las pericias pertinentes para dar con los responsables. Está todo muy avanzado. A través de las declaraciones de los testigos logramos identificar a los sospechosos. Estamos realizando medidas y a la espera de los informes médicos», agregó.
Corzo trabaja en la Comuna 4 y de su padre heredó, además del nombre, una manera violenta de torcer voluntades. «La patota de El Cordobés se junta en la Plaza Solís. Son vagos que rompen las asambleas agrediendo y amenazando a los vecinos. Ahora responden al PRO, pero lo cierto es que El Cordobés estuvo con todo el mundo», explica Carlos.
Corzo padre trabajó para el Partido Justicialista porteño (su pareja, Alicia Gariglio, fue candidata a comunera por el Frente para la Victoria en las últimas elecciones) y trabajó en el área de inspecciones de la Ciudad durante la gestión de Aníbal Ibarra, hasta que se pasó a las filas del PRO. En el año 2009, El Cordobés estaba en el Registro de Agentes en Disponibilidad (RAD), una lista de empleados de organismos públicos que habían desaparecido o que fueron sumariados por mal desempeño. Con la firma de Néstor Grindetti, ministro de Hacienda, y Guillermo Montenegro, de Seguridad, Corzo pasó a integrar la Dirección General de Custodia y Seguridad de Bienes del Gobierno porteño.
«Para nosotros concluye Carlos el ataque fue un claro mensaje a las organizaciones de lucha del barrio que se oponen, en particular, al negocio millonario y al estadio shopping, y en general, a la manera que tiene este gobierno de hacerse de terrenos públicos, que compran sin pasar por la Legislatura, violando el Código de Planeamiento Urbano de la Ciudad, a través de corporaciones creadas para hacer negocios privados con los espacios de todos».