Las FARC pidieron perdón por el daño causado por los secuestros que cometieron durante el conflicto armado en Colombia y reconocieron que esos actos provocaron «un gran dolor» y «laceraciones familiares».
«Queremos reconocer con sentimiento de humanidad y reconciliación que en el desenvolvimiento del conflicto las FARC también causamos un gran dolor con la retención de personas por razones económicas», dijo el jefe negociador de la guerrilla en el proceso de paz, Iván Márquez.
En un video-comunicado desde La Habana, sede de las conversaciones con el Gobierno colombiano durante los últimos cuatro años, Márquez reconoció que «tal conducta, aunque siempre tuvo un propósito de sustentar las necesidades de la rebelión, terminó lacerando entornos familiares».
«Ha llegado la hora en que todos los involucrados en el conflicto reconozcamos responsabilidades y nos comprometamos resueltamente a garantizar el nunca más, pensando en el presente y en las generaciones futuras para que dentro de unos años vean en este acuerdo de paz el punto de partida de una nueva Colombia con felicidad y prosperidad», aseveró. Aseguró que han transcurrido más de cuatro años desde que las FARC dejaron de cometer secuestros y reiteró el compromiso de la guerrilla «de no repetición», así como el deseo «de que dichas prácticas queden sepultadas para siempre con la guerra que culmina».
«Esperamos que esta sincera determinación de reconciliación que no espera nada a cambio motive en otros de los intervinientes en el conflicto su disposición y compromiso con las víctimas y con la reconciliación nacional», indicó. Y agregó que «siendo el perdón un asunto de la conciencia íntima, nos sumamos al sentimiento colectivo de contrición por el daño que pudiéramos haber causado pensando siempre que la paz solo será posible si lo juntamos en un mismo sentimiento de patria». Además, la organización invitó a los colombianos «a construir la paz cada día y a trabajar mancomunadamente para que el principio de la no violencia florezca en el comportamiento cotidiano», citó EFE.
El secuestro con fines de extorsión fue una práctica habitual de las FARC durante décadas, y otros grupos menores activos como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) siguen cometiendo ese tipo de delito. Tras casi cuatro años de negociaciones en La Habana, el Gobierno colombiano y las FARC rubricaron el acuerdo de paz el pasado 24 de agosto, que será formalizado en un acto solemne el 26 de este mes en Cartagena. Posteriormente, será sometido a consulta popular, en un plebiscito que se celebrará el 2 de octubre.