Tras haber pagado los salarios de abril con ayudas varias del Estado, en especial con el aporte del 50% a través del programa ATP, el empresariado en su diversas representaciones ratificó la demanda de ayuda para cubrir los pagos de mayo y aprovechó para echar una sombra sobre el aguinaldo, con advertencias de incumplimiento.
A través del dirigente de la industria alimenticia Daniel Funes de Rioja las patronales confirmaron que volverán a demandar la asistencia, tanto las pymes como las grandes.
En una entrevista con la radio La Red el dirigente de la Copal amplió: “tiene que haber asistencia tanto para los salarios de junio como para los aguinaldos”.
Detrás de ese pronunciamiento se encolumnaron otras expresiones de la dirigencia del sector privado que con detalles diferenciales coincidieron en evaluar negativamente los meses que vienen de continuar la política de aislamiento social que sostiene el gobierno del Frente de Todos como método para cortar la circulación del Covid-19.
Por caso, la Cámara de Comercio y Servicios (CAC) difundió una encuesta a sus asociados en la que el 50% informó que está seguro de que sufrirá importantes pérdidas en estas condiciones; a la par de un 23,5% que consideró posible la reducción de su tamaño y de otro 11,5% que respondió que cerrará sus puertas.
Ante la pregunta concreta de qué porcentaje del salario de mayo pagarán, los empresarios de sectores no esenciales respondieron 58,8% y los de sectores esenciales 71,4%; el promedio es 63,5%.
Al reclamo se sumaron entidades del sector pyme como la CAME y CGERA que pintaron un panorama similar en una nota que publicó el diario Ambito.com.
Funes de Rioja alertó directamente que las pymes “no tienen ninguna posibilidad de afrontar el pago del aguinaldo” y reclamó una asistencia adicional a la que recibieron para pagar abril en mayo.
“No es limosna –dijo el también vicepresidente de la Unión Industrial- y lo pedimos nosotros, no lo hizo el gobierno per se”.