La Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA-T) y la CTA Autónoma (CTA-A) realizaron este martes una reunión conjunta en la que consensuaron una agenda de actividades contra la crisis económica y el ajuste del gobierno de La Libertad Avanza.

La primera acción de importancia será la participación en la Marcha Federal Educativa y Universitaria que tendrá lugar mañana.

El acto, que se realizó en el salón Germán Abdala de la sede porteña de la CTA-A, las autoridades resolvieron llevar a la jornada de lucha un reclamo en defensa del presupuesto educativo, por más fondos para las universidades, a favor de las paritarias salariales para los trabajadores del sector y por la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) a las provincias. 

Las entidades se concentrarán a las 13.30 en el cruce de las avenidas Belgrano y Entre Ríos para luego marchar al Congreso de la Nación. 

La agenda conjunta incluye también una manifestación frente a las puertas del PAMI el 15 de octubre, en adhesión a la lucha de los jubilados y pensionados en su reclamo de aumentos de los haberes y por el acceso a los medicamentos. 

A la par se definió acompañar a los aeronáuticos frente al intento de privatización de Aerolíneas Argentinas e Intercargo. 

También se anunció que una delegación conjunta de mujeres y disidencias participará del Encuentro Plurianual de Mujeres y Diversidades entre el 11 y el 13 de octubre en San Salvador de Jujuy. 

Otros temas de la agenda son la participación de la campaña para la recolección de firmas contra el DNU 70/23. El 23 se entregarán las firmas en el Congreso y a principios de noviembre se realizará un plenario de las dos centrales. 

Objetivos

El secretario General de la CTA-T, Hugo Yasky, explicó tras la presentación de la convergencia entre las dos centrales, que el primer objetivo es constituir un polo de convocatoria: “En el movimiento sindical tenemos sectores que son muy afines y cercanos a nosotros: la Corriente Federal (CF), por ejemplo. Son compañeros y compañeras de sindicatos que prácticamente hacen la misma lectura que nosotros”. 

Yasky destacó asimismo la afinidad con el sector de la CGT que lidera el camionero Pablo Moyano y otros referentes de esa central, en organismos de Derechos Humanos, movimientos sociales, militancia estudiantil, cooperativismo y campesinado.  

Por su parte, el secretario general de la CTA-A, Hugo “Cachorro” Godoy, declaró que el encuentro entre las centrales “inaugura una nueva etapa, no solamente en la historia de nuestras centrales, sino también un momento particular en la historia argentina” y destacó la oportunidad “para reafirmar un momento de lucha frontal contra este gobierno neofascista que todos los días saca un decreto nuevo para derogar la Constitución, normas legales, para seguir entregando el país y para seguir saqueando los bolsillos de las trabajadoras y de los trabajadores”.

Crítica

La reunión que mantuvieron el mismo día dirigentes de la CGT y el jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, no pasó desapercibida en el encuentro de las CTA.  

Yasky consideró que la asistencia de la CGT se produjo “en la búsqueda de un diálogo que no tiene absolutamente ningún sentido porque viene después de la derogación de la Ley de Movilidad Jubilatoria; después de haber hambreado a este pueblo durante ocho meses llevando la indigencia y la pobreza a cifras de catástrofe social; con el anuncio de que van a vetar la Ley de Presupuesto Universitario; después de haber reprimido cuanta marcha se intentó hacer; después de la reforma laboral que ya tiene reglamentación; casi al mismo tiempo que se intenta otra reforma indigna del movimiento sindical. De manera tal que es un diálogo que llega tarde para los trabajadores, para las trabajadoras y para el pueblo argentino”.