El Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) elaboró un estudio nacional del sector asociativo, para profundizar el conocimiento sobre la valoración que tiene la sociedad argentina acerca de las cooperativas y mutuales. El trabajo consistió en una encuesta telefónica sobre 2228 casos, llevada a cabo del 9 al 28 de febrero. En ese contexto, uno de los datos sobresalientes del sondeo indicó que las cooperativas se ubican en el tercer lugar entre las instituciones con mejor imagen del país, solamente superadas por las PyMEs –en el primer lugar– y las grandes empresas. Así, un 63% de los encuestados tiene una imagen «muy buena» (15%) o «buena» (48%) de las cooperativas, superando a las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), al sector público local, al provincial, al nacional, a las mutuales y a los sindicatos.
Otro ítem a tener en cuenta consiste en la representación (alta, media o baja) que se hacen los encuestados en relación a diferentes valores, según se trate del sector cooperativo, el público o el privado. Aquí, si bien el sector privado se ubica con la consideración mayormente alta en seis de los nueve valores propuestos, las cooperativas destacan en dos: en solidaridad, donde el 45% de los encuestados les dio una alta representación, situándolas en el primer lugar, y en el compromiso con los trabajadores, donde los consultados les otorgaron un 38% de representación alta, empatando con el sector privado (38%) y superando al sector público (24 por ciento).
En este sentido, el presidente del INAES, Alexandre Roig, ponderó: «Es muy interesante y un dato a destacar que el asociativismo es el tercer sector más valorado en la opinión pública, después del sector privado (tanto pequeñas como grandes empresas), y por delante del sector público y las organizaciones no gubernamentales. En relación a la representación de valores como la solidaridad, son las cooperativas y mutuales las que cuentan con la mejor representación frente al sector público y el sector privado».
Sobre los motivos para concretar este estudio, Roig explicó: «Desde que llegamos al INAES nos propusimos desarrollar una política de datos e información, por un lado para fortalecer y mejorar cada día las políticas públicas que llevamos adelante, y por el otro para brindarle al sector herramientas que le sean útiles para seguir fortaleciéndolo, potenciando su desarrollo y su relación con la comunidad como lo viene haciendo hace muchos años. Este estudio es un importante paso en esa dirección».
Conocer para valorar
En relación a la pregunta «¿para qué cree que sirve una cooperativa?» un 33% respondió para dar trabajo a quien no lo tiene, un 26% para brindar servicios, un 18% para exportar, un 13% para organizar la producción y un 11 % para resolver problemas colectivos.
Para el consultor político Mario Riorda, «el cooperativismo tiene una opinión muy favorable en la sociedad argentina, incluso mayor al sector público por ejemplo. Pero lo interesante es que esa percepción aumenta o se consolida en sectores donde hay más presencia cooperativa. Vale decir que, cuando éste se consolida, cuando su presencia se siente activamente, la valoración crece aún más, especialmente en los jóvenes».
En este sentido, más de la mitad de las personas encuestadas (el 54%) sostuvo que «no usó» una cooperativa. Es decir, que no tienen vínculo con ellas. Entre quienes sí tienen algún vínculo con el sector, el 65% tiene una imagen buena (47%) o muy buena (18%) de las cooperativas de su región. Y el 72% evaluó de manera algo favorable (49 %) o muy favorable (23 %) a las cooperativas en su región.
Entre las cooperativas con mejor imagen, se encuentran las de trabajo, con un 61% de imagen buena (49%) o muy buena (12%). En el segundo lugar se ubican las cooperativas de consumo, con un 58% de imagen buena (50%) o muy buena (8%). Completan el podio las cooperativas agropecuarias, con un 56% de imagen buena (42%) o muy buena (14 por ciento). Las siguen las cooperativas de provisión de servicios, las de servicios públicos y las de seguros, mientras que en los últimos lugares se ubican las de vivienda y, finalmente, las de crédito.
Ante estos datos, desde el INAES enfatizaron que, en un contexto económico cada vez más complejo, el sector cooperativo y mutual se presenta como una alternativa sólida y confiable. «Promueven una economía basada en valores éticos, como la solidaridad, el compromiso y la ayuda mutua, que son altamente valorados por la sociedad», recordaron . «