Las cooperativas eléctricas apuntan a las empresas provinciales y aseguran que no pueden sostenerse. En ese marco, se niegan a pagar los impuestos y la compra de energía, para privilegiar el pago de salarios y a proveedores, al tiempo que demandan una asistencia equitativa del Estado.

«Muchas familias dependen de una cooperativa de servicios público, son nuestros vecinos y no los vamos a abandonar. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para resguardar nuestra comunidad, nuestros asociados», aseguró a Tiempo José Álvarez, presidente de la Federación Argentina de Cooperativas Eléctricas (FACE), con presencia en 15 provincias.

La gran mayoría de las cooperativas eléctricas, que brindan servicio en el interior del país y de la provincia de Buenos Aires, no pueden comprar la energía directamente en el mercado mayorista, a través de Cammesa, como sí lo hacen las grandes empresas privadas y estatales. Por tanto, las cooperativas compran la energía, en gran medida, a las empresas de los Estados provinciales.

«El tema es que las cooperativas pagamos a las empresas provinciales el 100% de la compra, pero estas empresas usan el dinero para financiarse y solo pagan una parte a Cammesa», explicó Álvarez y agregó: «Hoy, pagan el 25 o 50 por ciento, por el tema de la pandemia».

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Cammesa permitió esos pagos parciales a partir de una decisión del gobierno nacional, que a través del Ministerio de Producción se hace cargo de la diferencia. El reclamo de las cooperativas es, entonces, recibir el mismo trato.

«Si las provincias adhirieron a esa decisión del Estado nacional, tendrán que absorber una parte de los costos de la misma manera que lo hace Nación», razonó Álvarez y agregó: «Queremos que las empresas provinciales asuman que están pagando menos y nos cobren a las cooperativas el mismo porcentaje que ellos pagan. No tienen por qué financiarse con nuestro dinero»

«Con el tema de la pandemia, estamos convencidos de que hay que poner el hombro. El gobierno nacional reglamentó como debe ser. Solo pedimos a las provincias que nos den el mismo trato», apuntó el dirigente.

Así las cosas, «las cooperativas seguiremos brindando el servicio esencial, pero daremos prioridad al pago de sueldos y proveedores locales, dejando para cuando la situación se acomode el pago de los impuestos nacionales y la compra de la energía», finalizó Álvarez.