A pocos días de que el gobierno prorrogó el programa Precios Máximos por un mes, las empresas alimenticias intentarán esta semana limitar el alcance de esa disposición que la obliga a retrotraer los precios de unos 2300 productos a los valores que tenían el 6 de enero.

El jueves pasado, los grandes supermercados y los mayoristas denunciaron que esas empresas envían listas de precios con aumentos a los comercios y anunciaron que no trasladarán esos incrementos, en línea con el compromiso que asumieron al suscribir al acuerdo en marzo.

El industrial Martín Cabrales, dueño de la marca de café homónima, rechazó la acusación pero reconoció a Tiempo que el sector considera que los precios están atrasados respecto al dólar, un tema que esperan dialogar con las autoridades del gobierno en una reunión que, según dijo, será entre mañana y el martes.

En tanto, desde las grandes cadenas comerciales se admitieron las gestiones para esa reunión pero se moderó el entusiasmo de la industria: “Estamos en conversaciones pero todavía no hay nada concreto”, dijo a este medio el presidente de la Federación de Supermercados (FASA), Víctor Palpacelli, a última hora del viernes.

El gobierno conoce los aumentos por feedback directo con los consumidores. El jueves, mismo día en el que los supermercados denunciaron los aumentos, la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, informó a la Cámara de Diputados que el sitio web de Precios Máximos recibió 2500 denuncias de las cuales 1700 están en tratamiento.

Tiempo intentó conocer la posición oficial sobre el cruce entre industria y supermercados y la embestida sobre el programa de Precios Máximos, además de chequear la versión de un posible encuentro pero no obtuvo respuesta.

De fondo, la administración juega con las cartas de la Ley de Góndolas, que ya está promulgada pero por ahora está inactiva; y el nuevo régimen de compras públicas de alimentos, que se publicó el viernes en el Boletín Oficial.

Atrasados

La industria de los alimentos y las bebidas y sus pares de las grandes cadenas de supermercados son de los pocos sectores que permanecieron abiertos durante la cuarentena. Estos dos grupos actúan en forma complementaria; la producción concentrada dispone del 90% de las góndolas para la exhibición de sus productos.

La cuarentena propició un beneficio previsible. La consultora especializada Nielsen informó que en marzo por la exigencia del confinamiento social los productos de consumo masivo se vendieron un 25% más que en el mismo mes de 2019 y que en la zona del AMBA el promedio fue del 27,7%. Scentia por su parte midió un salto del 23,3% en unidades.

El combustible se mantiene estable como el costo del transporte, además otros como los peajes están eximidos por la pandemia de coronavirus, sin embargo, si la reunión con el gobierno se produce, la industria asistirá con el objetivo de actualizar sus precios y con el argumento de que “hay un atraso de meses asociado a la evolución del tipo de cambio”.

Cabrales agregóque también abogarán para que las medidas que lanzó el gobierno para asistir a las empresas estén disponibles para las industrias consideradas esenciales en el primer DNU de la cuarentena. Otros temas de la agenda son el pago de la deuda y un reclamo de “más decisión, instrumentación, automatización y contundencia al Banco Central”.

Nuevos aumentos de frutas y verduras

La asociación de Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO) denunció remarcaciones del 18% promedio entre el 6 y el 17 de abril en los precios mayoristas del Mercado Central.

Los productos que más aumentaron fueron el choclo, que subió 74,5%; la espinaca, un 62%; el tomate, un 58,4%; la berenjena, un 52,7%; el brócoli, un 52,5%; la remolacha, un 42%; y el zapallito, un 39%.

“En un contexto de reducción de ingresos por la pandemia del coronavirus y cuando corresponde actuar con solidaridad y responsabilidad social un sector empresarial no cesa en su actitud especulativa” lamentó DEUCO.