Llevar a escena un poema nada menos que un poema de Leónidas Lamborghini  constituye todo un desafía. Pero Analía Fedra García ha decidido enfrentarlo y es así que reestrenó Las patas en las fuentes, una obra que estrenó varios años atrás y que hoy el contexto político y social resignifica.

Con la actuación de Osmar Núñez ya se puede ver Las patas en las fuentes en Hasta Trilce.

Tiempo Argentino habló con su directora.

Foto: Alejandra López

¿Por qué decidieron volver a poner en escena el poema de Lamborghini?

-Con Osmar Nuñez coincidimos en que el poema de Lamborghini sigue vigente. La idea de este proyecto fue para mí hacer un cruce entres poesía y teatro. Ese fue el motor.  La poesía de Lamborghini tiene algunos textos que me parecía muy abstractos para llevar a escena, pero en este poema en particular hay un personaje, que es el solicitante descolocado que va deambulando por la ciudad en busca de trabajo.

Lamborghini arma en este poema una suerte de gauchesca urbana  en el que se va cruzando ya sea por reminiscencias de cuestiones de la historia argentina con el presente de cualquier persona que va por la ciudad. Hay cuestiones cotidianas como el tren, el colectivo e historias como la del 17 de octubre del 45 y los fusilamientos de José León Suárez. A mí me parecía interesante y teatral porque hay una persona que está transitando todo eso. El poema es casi un monólogo teatral.

Osmar Núñez obra teatral Leonidas lamborghini

-¿Y cómo fue convertir el poema de Lamborghini en una pieza teatral?

-Hubo un primer trabajo  dramatúrgico que fue descubrir en ese largo poema cuáles eran las distintas escenas: dónde está, qué le pasa al personaje. Luego se pensó en todo el dispositivo: las luces, el vestuario, la música que es importante en el proyecto porque está el actor está solo en escena.  

La puesta es bastante despojada porque yo quería trabajar con la proyección del  imaginario de los espectadores, quería trabajar con la respuesta a la imagen poética del público, con el poder evocador de la palabra. Y, por supuesto, quería trabajar con la actuación de Osmar Núñez que es un instrumento privilegiado privilegiado que resuena y todo lo que dice lo atraviesa. Él le da carnadura a todas las ideas que se van cruzando en el poema.

-Supongo que el proyecto te  habrá planteado varios desafíos.

-Si, un montón de desafíos. Ya pasar a lo escénico es un desafío. Para cada una de las escenas que plantee me pregunté qué le pasa a este personaje en esta situación y en esta evocación. Es distinto cuando el personaje hace una evocación del bombardeo del 55 y después, un partid de fútbol, el cadáver de Evita. En el poema Lamborghini  juega todo el tiempo con lo que él llama “la mescolanza”  que es el grotesco.  Y en esa mezcla entre lo trágico y cómico, en la “mescolanza”  él encuentra la identidad nacional. Esto planteaba la dificultad de poder ir transitando todos esos lugares por los que te lleva el poema. 

Allí aparecen  frases populares, los fusilamientos y lo más lírico y amoroso de la relación con su hija. Ese fue  un desafío grande para mí y para Osmar. Al estar solo en escena con una puesta muy despojada, todo es pura actuación. El de Lamborghini es un gran poema, pero ir descubriendo paso a paso las escenas  fue un gran desafío y también lo que más me interesó: cómo se hace para llevar a escena un poema que me interpela.

-Igual me cuesta mucho pensar cómo un poema se transforma en pieza teatral.

-Hay mucho trabajo dramatúrgico. Fui estudiando el poema de Lamborhini y diciendo de acá hasta acá es esta escena, acá retoma tal tema…Fue ir descubriendo la arquitectura de un poema que era todo una sola cosa. Luego hubo mucho planteo escénico. Lo más grato fue que ese texto que es tan complejo fue recibo de manera muy simple por la gente. Si lo ves interpretado por Osmar se entiende  mucho más que si lees el texto de Lamborghini. Osmar comprende tanto el texto y se identifica tanto con todo, que le dio mi vida, carnadura, y eso se transmite.

-Supongo que  la situación política y social tan crítica que estamos viviendo  también juega en la recepción de Las patas en las fuentes.

-Sí, totalmente. Lamborghini nos hace muchas preguntas. Siempre las hizo desde su condición de ser un peronista que criticaba al peronismo. A través del lenguaje nos hace preguntarnos quiénes somos, qué hacemos con lo que nos pasa, con lo que nos pasó y con lo que nos puede pasar.

Por eso, tanto Osmar como yo sentimos que llevar a escena ese poema es un compromiso con la memoria, con la de Lamborghini y la de toda nuestra historia. Hicimos la obra en distintos gobiernos y en cada uno de ellos la obra resonaba de manera distinta. Hay en Lamborghini un radar que trasciende el tiempo. Varias veces nos pasó que la gente creyó que el poema estaba adaptado para el momento específico en que hacíamos la obra.  Parece que seguimos en lo mismo, ciertas palabras, ciertos discursos y hasta ciertas escenas cotidianas vuelven.

Las patas en las fuentes puede verse en Hasta Trilce, Maza 177, CABA los lunes de julio a las 20.

Ficha técnica y artística

Autoría: Leónidas Lamborghini
Actúan: Osmar Nuñez
Diseño de vestuario: Paula Molina
Diseño de luces: Marco Pastorino
Música original: Gustavo García Mendy
Fotografía: Nestor Barbitta
Diseño gráfico: Laura Rovito
Asistencia general: Cintia Miraglia
Asistencia técnica: Andrea Giglio
Producción: Alejandra Garcia
Dirección: Analía Fedra García- Fedra
Registro Visual: Ximena Talento