Dos trabajadores afiliados al sindicato del personal superior de Tenaris-Siderca (ASIMRA) fallecieron en un accidente laboral en las primeras horas del sábado en la planta que la multinacional argentina tiene en la localidad de Campana. Para los gremios se trata de una negligencia de la empresa y, por lo tanto, de un asesinato en el marco de una relación laboral.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) cuyo secretario General Abel Furlán es oriundo de la seccional Campana, junto con el gremio involucrado, decretaron un paro de 24 horas con el propósito de denunciar el accionar de la empresa que forma parte del grupo Techint propiedad del empresario ítalo argentino Paolo Rocca y reclamar urgentes medidas de seguridad.
No es un hecho aislado
Los gremios denuncian que, con la muerte de Julio Ibarra de 47 años y Hernán Cersosimo de 40 años, la empresa suma, sólo en 2024, cinco decesos de trabajadores que sufrieron accidentes dentro de alguna de las plantas con las que cuenta el grupo económico en distintos puntos del país.
En este caso se trata de dos supervisores con mas de 15 años de antigüedad en la compañía que fallecieron en momentos en los que ambos manipulaban un neumático de maquinaria pesada en el taller de gomería cuando un aro de la rueda saltó impactando sobre los operarios.
En el mismo lugar había fallecido en 2023 el trabajador tercerizado Paul Medina en condiciones similares. En ese momento la empresa había alegado falta de pericia del trabajador que, en su condición de tercerizado, no habría contado con la experiencia suficiente para operar ese tipo de maquinaria.
Ese argumento se ve debilitado en esta oportunidad en tanto los operarios revestían la categoría de supervisores y contaban con una amplia antigüedad en la empresa y en las tareas desarrolladas.
Conflicto de intereses
Los gremios exigen la inmediata intervención del Ministerio de Trabajo provincial a cargo de Walter Correa (secretario general del sindicato del cuero) a la vez que solicitan la exclusión de la Secretaría de Trabajo de la Nación en tanto, liderada por el ex gerente de Techint, Julio Cordero, la consideran juez y parte en el diferendo.
Para la UOM Campana la responsabilidad recae enteramente sobre la empresa liderada por el magante Paolo Rocca. Mediante un comunicado señalan que “es inadmisible soportar un sinfín de argumentaciones que ponen la obligación sobre las medidas de seguridad en las y los trabajadores, mediante la excusa de supuestos errores humanos, en lugar de asumir la empresa que los emplea la máxima responsabilidad sobre la protección de su vida”.
Al mismo tiempo insisten en que “este no es un hecho aislado”, en tanto, “en el transcurso del último año se perdieron cinco vidas de trabajadores en las Empresas Tenaris y Ternium a causa de accidentes laborales con desenlaces fatales, a la vez que se produjeron otros accidentes con graves consecuencias sobre la salud e integridad de los trabajadores afectados”.
La agrupación El Mandril de Siderca mediante otro comunicado coincidió en que “la Patronal es responsable”.
La organización detalló que “se trata de dos supervisores que estaban realizando una tarea porque estaban atrasados respecto a los tiempos del taller relacionados con los tiempos de producción” y, a la vez, adelantó que “se hablará de negligencia, de desconocimiento de la tarea y de que el trabajador estaba donde no debía estar” pero, denuncian, “no se hablará de que la política de seguridad de Siderca es todo menos preventiva, es represiva y que alguien desde las más altas esferas del departamento de seguridad no evaluó los riesgos de la tarea que se volvió a cobrar dos víctimas”.
Para ellos “es inadmisible que en pleno siglo XXI un obrero muera en su trabajo” y señalan que “la flexibilización y la precarización matan. La negligencia es producto de esto, porque, con toda la tecnología y recursos para formar, informar y evitar accidentes, la empresa acude a cartelería y represión interna con sanciones y despidos”.
Finalmente, el Mandril de Siderca señala que “los trabajadores debemos tomar el tema de Seguridad en nuestras manos y evaluar los riesgos y parar si es necesario, preservando nuestra vida y los puestos de trabajo que al ser reducidos impactan en la sobrecarga laboral” y exigen “una comisión obrera electa para establecer responsabilidades y cambios en el sistema de trabajo”.