La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) liderada por Abel Furlán acaba de firmar un acuerdo paritario para los meses de noviembre a marzo. Si bien el incremento llegará al 12,3%, lo cierto es que el gobierno logró que, durante el año en curso, las cuotas concedidas se ubiquen en el rango del 1% que pretenden imponer para todo el movimiento obrero. El sector atraviesa una fuerte recesión.
Es que el acuerdo implica una suba escalonada del 5,5% en noviembre, 2% en diciembre y 1,8%; 1,5% y 1% para los meses de enero, febrero y marzo.
El ministro de economía Luis Caputo había anunciado su intención de que “las mejoras salariales ronden el 1% y no se pasen de esa cifra a partir de marzo, en sintonía con las previsiones inflacionarias descendentes”. El acuerdo, más allá del impacto salarial en el sector específico, implica una concesión que será luego difícil de revertir y apuntala la estrategia de ajuste sobre el salario que impulsa el Palacio de Hacienda.
El entendimiento involucra a la rama metalúrgica y todavía se encuentra en discusión la rama más conflictiva: la siderúrgica. Allí destacan las empresas de Techint (Siderca y Siderar) propiedad de Paolo Rocca y con vínculos estrechos con el Secretario de Trabajo Julio Cordero. También abarca a los trabajadores de Acindar. Allí los salarios están congelados desde el mes de junio y las negociaciones no prosperaron a pesar de varias conciliaciones obligatorias y amenazas de paros generales.
1. Mucho para leer en el acuerdo salarial firmado por la UOM. La letra fría dirá que el incremento fue del 5,5% en noviembre, 2% en diciembre, 1,5% en febrero y 1% en marzo. El contenido dice mucho más. Breve hilo sobre el cierre de una etapa y la apertura de una nueva
— Luis Campos (@luiscampos76) January 14, 2025
Con el propósito de alcanzar un acuerdo y exhibir una paritaria en los términos del gobierno, las patronales optaron por conceder una suba sensible en noviembre que, de hecho, resulta en una superación de la inflación registrada entre noviembre de 2023 y el mismo mes de 2024. De esa forma adelantaron la pérdida que, suponen, sufrirán entre diciembre y marzo.
La suba del salario real en el último año medido “punta a punta”, sin embargo, no alcanza para recuperar lo perdido en términos de masa salarial anual y por lo tanto implica un incremento de la productividad anual generada por los trabajadores en favor de las ganancias empresarias.
El acuerdo tiene una fuerte implicancia política y sindical e influirá sobre el curso de las negociaciones que se generalizarán en los próximos días y semanas.