Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) presionaron este lunes por una solución basada en dos Estados para el conflicto israelí-palestino, luego de mantener contactos informales en Bruselas con sus pares de Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, insistió en que el bloque busca «construir una solución de dos Estados», es decir impulsar la creación de un Estado palestino, algo que es rechazado por el actual Gobierno israelí.
El Gobierno israelí dice que solo detendrá su ofensiva en Gaza, que ya ha dejado más de 25.000 palestinos muertos, cuando haya destruido por completo a Hamas.
Además, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechaza la idea de Estados Unidos y la mayor parte de la comunidad internacional de que permitir la creación de un Estado palestino luego del fin del conflicto con Hamas será la única forma de hallar paz y seguridad a largo plazo.
«Paz y estabilidad no se pueden construir solamente por medios militares. ¿Qué otra solución está considerando? ¿Hacer que todos los palestinos se vayan de Gaza? ¿Matarlos?», dijo Borrell a periodistas en Bruselas.
Al Maliki dijo que esperaba que la UE comience a «contemplar sanciones» contra Netanyahu y otros funcionarios israelíes que «están destruyendo las posibilidades de una solución de dos Estados».
De su lado, el canciller español, José Manuel Albares, expresó que su país aboga por convocar una conferencia de paz para «implementar la solución de dos Estados».
«Un estado palestino realista y viable supone a Gaza y Cisjordania bajo una misma Autoridad Nacional palestina, conectados por un corredor para que haya continuidad territorial, con una salida al mar por un puerto en Gaza, y con su capital en Jerusalén este», afirmó.
Al llegar a la sede de reuniones, Katz ignoró a la prensa y se limitó a decir que su país estaba concentrado en obtener la liberación de los rehenes capturados por Hamas.
Borrell aseguró al término del encuentro que para la UE «la prioridad es proporcionar apoyo a la población de Gaza», por la situación humanitaria en que se encuentra luego de tres meses y medio de bombardeos israelíes que causaron gran devastación y desplazamientos masivos.
«Más muerte, más destrucción, más sufrimiento para los gazatíes, no ayudarán a derrotar a Hamas o su ideología. No traerá más seguridad a Israel, al contrario», observó.
Borrell no disimuló su enojo con la decisión de Katz de mostrar un video sobre un antiguo plan israelí de construir una isla artificial que sirva de puerto, y otro sobre un proyecto de una línea férrea hasta India.
«Katz hubiera podido aprovechar mejor su tiempo, ya que los proyectos en los videos no tenían mucho que ver lo que estábamos discutiendo», argumentó
Los ministros de la UE también invitaron a sus pares saudita, Faisal Bin Farhan Al Saud, jordano, Ayman Safadi, y egipcio, Sameh Shoukry.
El ministro jordano Safadi dijo que la negativa israelí a la solución de dos Estados «es una amenaza al futuro de la región».
«El mundo entero dice que la única manera de salir de esta miseria es la solución de dos Estados», dijo Safadi.
De todos estos interlocutores árabes, los ministros del bloque deseaban conocer sus puntos de vista, ya que Bruselas considera que todos ellos podrían desempeñar un papel importante luego del fin del conflicto.
La UE ya ha expresado su preocupación por el elevado número de víctimas civiles en los bombardeos realizados por Israel contra Gaza después del ataque que Hamas perpetró el 7 de octubre.
La mayoría de los más de 25.000 muertos en los ataques de Israel en Gaza eran mujeres y niños.
Sin embargo, la UE no ha logrado hasta ahora una posición unitaria en torno de la necesidad de un cese del fuego.
En su reunión, los ministros europeos también discutieron una posible misión de la UE en el mar Rojo, donde los rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán, atacaron numerosos buques mercantes desde el 7 de octubre en solidaridad con los palestinos de Gaza.
La idea es desplegar tres navíos de combate en el mar Rojo.
Por ahora, Italia, Francia, Países Bajos, Alemania y Bélgica han manifestado su disposición de participar, mientras que España se desvinculó de la iniciativa.
Según la idea original, la misión naval de la UE tendría mandato para derribar misiles o drones lanzados por los hutíes contra navíos mercantes, pero no realizar ataques sobre blancos terrestres en Yemen.