“Que se quiebre pero que no se doble”. La frase de los radicales de antaño parecía olvidada desde el nacimiento de Cambiemos, pero esta semana  la Unión Cívica Radical (UCR) le sacó algunas telarañas con la separación de los cinco diputados que votaron a favor del veto presidencial a las leyes de movilidad jubilatoria y de aumento de presupuesto. Sin embargo, la plasticidad permanece: los legisladores seguirán en el bloque radical como extra partidarios por lo que los conducidos por Rodrigo de Loredo conservarán los 20 integrantes. 

Los diputados radicales alineados con el gobierno Luis Picat, Mariano Campero y Martín Arjol, fueron separados del partido centenario por el Tribunal de Ética de la UCR este jueves. “Disponer la separación de las filas partidarias” por “incurrir en grave conducta partidaria que afecta la dignidad de la UCR”, indica la resolución del Tribunal radical, integrado por Alicia Tate y Juan Pedro Tunessi por la mayoría, y Ricardo Barrios Arrechea por la minoría. 

En la resolución, el Tribunal no le cuestiona el haber cambiado el voto, sino el contexto: les recuerda que “Campero, Arjol, Picat y Cervi, junto al Diputado extrapartidario Jose Tournier, integrante del Bloque Radical, con fecha 10 de septiembre de 2024, intempestivamente visitaron la Casa Rosada, para reunirse con el Presidente Milei”. 

Las fotos de ese encuentro previo al respaldo al veto de la movilidad jubilatoria, “estaban destinados a causar un alto impacto en la opinión pública”, y les enrostra que ninguno puede alegar que actuaron a “sabiendas y en abierto desafío a la pertenencia política de la UCR” y del “obvio daño reputacional que se infligiría” al partido. 

“En pocas palabras, los acusados convirtieron a la UCR en cómplices del ajuste sobre los más vulnerables”, señaló el Tribunal en la resolución a la que accedió Tiempo. “Con esas acciones, no hay dudas, lesionaron la dignidad del partido”, agregaron. 

Con el voto con el que ratificaron el veto al financiamiento universitario, la resolución señala que fueron actitudes demostrativas de un “patrón de conducta deliberado”, carente de “arrepentimiento” que demostró “escaso o nulo interés” de los diputados “por continuar formando parte de la Unión Cívica Radical”.

Separados pero adentro

Pese a haber sido separados del partido al que están afiliados, los diputados Picat, Campero, y Arjol permanecerán en la bancada radical. El argumento de las autoridades de la bancada de la UCR que preside de Loredo es que no hace falta ser afiliado a la UCR para integrar ese bloque que, de hecho, lo integran también militantes de otros partidos como el correntino José Tournier, uno de los de la “selfie” con Milei.   

Campero anticipó que apelará ante las autoridades partidarias su expulsión de la UCR, para «poner en evidencia que Lousteau y compañía son una banda que le hace daño al radicalismo», consignó la Agencia Noticias Argentinas. De Loredo, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, y los otros dos separados, rechazaron también la decisión de su partido. 

Los diputados radicales fueron clave para el Gobierno Nacional para sostener los vetos a las leyes que proponían cambiar la movilidad jubilatoria y ampliar los recursos para las Universidades Nacionales. 

Esa decisión de los diputados aliados a los libertarios ya provocó una ruptura en la bancada radical, donde la docena de legisladores que responden a Facundo Manes y Martín Lousteau, armaron un nuevo bloque denominado «Democracia para Siempre».