El jueves pasado, mientras se desarrollaba la sesión en la Cámara de Diputados, circulaba la posibilidad de una nueva convocatoria al recinto para este miércoles, antes de la visita del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Incluso el presidente del cuerpo legislativo, Sergio Massa, había anticipado – en conferencia de prensa- que se estaba trabajando para incluir en el temario el proyecto del gobierno que establece por ley un parámetro sanitario frente a la situación de contagios de Covid 19 en el país. Una iniciativa que el propio oficialismo planchó tras no conseguir acuerdos.
En el posible temario que se habló ese día en la reunión de Labor Parlamentaria se incluían proyectos de consenso, como el que propone brindar una nueva cobertura y jubilación para trabajadores viñateros o el que establece un nuevo presupuesto para el Régimen de la Ganadería Ovina, que ahora incluye las llamas. Ambos tuvieron dictamen de mayoría el lunes. También había circulado en Pasos Perdidos que se sumaría el proyecto, estacando en comisiones, de etiquetado frontal de alimentos, que todavía no tiene dictamen.
Lo cierto es que el anuncio del DNU que firmó el presidente, Alberto Fernández, el pasado viernes para modificar la Ley de Vacunas con el objetivo de que la Argentina pueda adquirir dosis de los laboratorios norteamericanos empiojó la intención de volver a sesionar. Según pudo saber Tiempo Argentino, el anuncio generó un alto nivel de sensibilidad nuevamente entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio.
El tire y afloje entre ambos espacios políticos quedó demostrado en la reunión de la bicameral Permanente de Trámite Legislativo que trató el DNU en la que participaron la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, para informar sobre la decisión del gobierno. Allí, por un lado, los representantes de la oposición cuestionaron a las funcionarias la utilización del DNU para modificar una ley que se puede debatir con rapidez en el Congreso. Por otro lado, desde el Frente de Todos respondieron que traten el decreto en el recinto de Diputados y que además lo apoyen.
“Poco dijeron de la existencia o no de las circunstancias excepcionales que habilitarían la intervención del presidente para dictar una ley. No hay nada que justifique la emisión de ese decreto por parte del presidente”, indicó el diputado del PRO, Pablo Tonelli. Recordó que “los antecedentes muestran que no existe esa justificación” y que “desde que los laboratorios pusieron en cuestionamiento la palabra negligencia juntos por el cambio se puso a disposición, de modificar la ley y la última negativa fue la semana pasada, cuando se pidió un apartamiento de reglamento y el oficialismo se negó. Hay contradicciones muy groseras”. “Tratemos la modificación de la ley el miércoles en el recinto porque no corresponde este procedimiento”, finalizó Tonelli.
Desde el Gobierno, Vilma Ibarra explicó que “la única opción para contratar vacunas con los laboratorios estadounidenses era la modificación de la ley”. Y que se realizó a través de un DNU del Poder Ejecutivo porque había “necesidad y urgencia porque hacía un mes que Pfizer había aprobado” un inmunizante “para uso pediátrico”. Más allá fue el senador formoseño, José Mayans, jefe del bloque oficialista en el Senado. Redobló la apuesta y desafió la buena predisposición de los legisladores cambiemitas: “Traten el DNU mañana en el recinto de Diputados”.
El decreto fue convalidado por el oficialismo sin apoyo de Juntos por el Cambio, que optó por una especie de salida elegante, ya que no suscribió el dictamen favorable, pero tampoco presentó uno de rechazo. Ahora debe ser tratado por una de las Cámaras, que por lo general es la del Senado que preside Cristina Fernández, donde el Frente de Todos tiene mayoría.
Otros motivos por los que se cayó la sesión son que el oficialismo tampoco quiso avanzar con una agenda donde tres días seguidos se esté hablando del mismo tema. Ya el jueves Cafiero presentará su informe de gestión y se espera que vacunas, modificación de la ley en el Congreso y el decreto primen en el recinto ante las preguntas de diputados al funcionario.
Finalmente, como sucedió con la reforma judicial, habría fuertes presiones por fuera del parlamento y algunos legisladores habrían recibido mensajes de números desconocidos pidiendo que apoyen las modificaciones de la ley a favor de Pifizer. Otros simplemente prefieren evitar esa exposición en una votación que los exponga en un momento donde hay un flujo importante de distribución de vacunas en todo el país.