Hace 28 años que La sonora, el reconocido grupo platense integrado por Alejandro Rodríguez en piano, composición y arreglos, Diego Amerise en bajo eléctrico de seis cuerdas y contrabajo y Juan Pablo Castrillo en percusión, metalofón, pandeiro y accesorios, convierte los diversos ritmos y sonoridades de la música popular de la región en el elemento central de su música. Esta característica distintiva se hace evidente en su cuarto registro discográfico, Huellas en el agua, que presenta hoy a las 21 en Circe Fábrica de Arte, Av. Córdoba 4335.
La agrupación, cuya actividad fue declarada de interés cultural por la Municipalidad de La Plata y de interés cultural por la Provincia de Buenos Aires, además desarrolla desde 1995 un proyecto educativo sobre música argentina (Colectivo la Sonora) en ciudades como Tres Arroyos, El Bolsón, Trelew, Pehuajó y La Plata, que la llevó a trabajar en diversas universidades de Inglaterra, Suecia e Italia.
En su nuevo disco consigue demostrar una vez la calidad de sus instrumentistas, la que permite una fluida conexión entre los miembros del trío, como se percibe en la apertura de la placa, PraNolé (Candombe para Nolé), de Rodríguez, un tema de una rítmica contagiosa en la que la voz de Cynthia Aguirre refuerza la línea melódica a cargo del piano.
Tangor, (con Nehuen Ercoli en guitarra) como es fácil deducir, es una pieza que oscila entre procedimientos tradicionales de nuestra música ciudadana con sonoridades contemporáneas y una delicada utilización de los elementos tímbricos. En este último aspecto, el trabajo del trío es impecable, ya que la sabia y equilibrada utilización de los recursos armónicos y sonoros de sus instrumentos hace que por momentos la paleta musical pueda pasar de un aire de tango como en el caso del tema anterior, a una canción con sutiles aires del folklore del litoral como Canción de Río (De agua de Río) o a la vertiginosa y pirotécnica dinámica de Doctor Gradus ad Parnassum de Claude Debussy.
La versión de PPP(Piano, Pandeiro y Passarinho) del gran Hugo Fattoruso le suma atractivo y carácter a la ya de por sí elegante composición del músico uruguayo. El recitado de Ramón Navarro sirve de prólogo a su tema Chayita del Vidalero, en el que los músicos se balancean de forma vivaz al alternar el protagonismo en sus respectivos momentos solistas. Norte (A Don Egberto Gismonti) está encarada de un modo refinado con el espíritu lírico, imaginativo, poético y a la vez desafiante que propone la pieza del compositor brasileño. El álbum llega a su fin con Milonga Turbia, de Rodríguez, (con la participación de Luis Rizzi en bandoneón), pieza que suma de manera sutil capas de armonías y ritmos susurrantes con una atmósfera brumosa y, por momentos, melancólica.
De la grabación participaron además de Potolo Abrego (bombo, cajón y accesorios), Santiago «Goma» Larcamon (tambor chico), Esteban Álvarez (tambor repique), Tuty Martínez (tambor piano) y «La picante de Polonia» (Juan, Diego, Poto, Manza y Ale) en coros.
Este nuevo trabajo es un paso adelante de La sonora en el camino elegido: hacer música de gran calidad y creatividad a través de una selección de obras en las que explora al máximo la composición y explota los recursos sonoros que ofrecen sus instrumentos.