Las y los trabajadores del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), que por estos días están en vilo por la continuidad de sus puestos de trabajo, salieron a responder una nota del diario La Nación. El artículo cuestionaba con malicia los números de audiencia del cine argentino y los gastos del INCAA.
En respuesta, los trabajadores expresaron de forma detallada cada aspecto que hace a la vida del instituto y sus gastos. Sin embargo, advirtieron a este medio que no lograron que el diario centenario otorgara el correspondiente derecho a réplica.
El texto completo de los trabajadores del INCAA
Los trabajadores del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) hace tiempo observamos una sostenida campaña de desprestigio sobre la institución y sobre nuestra labor. La toleramos con templanza sostenidos en nuestro trabajo diario. Sin embargo, ante la nota publicada en el diario La Nación del 25/1 -en el contexto de un proyecto de Ley Ómnibus que avanza sobre varios aspectos que consideramos perjudiciales para el organismo- queremos compartir nuestra posición.
Celebramos la oportunidad de profundizar el debate necesario sobre la política pública cinematográfica y audiovisual respaldado en datos. La nota plantea el interrogante acerca de si es válido que el Instituto lleve a cabo acciones y políticas que exceden el otorgamiento de “créditos y subsidios al cine”. Agradecemos esta pregunta porque nos permite dar a conocer todo lo que hacemos en el INCAA -desde hace años y a través de distintos gobiernos nacionales- y resaltar la importancia de darle continuidad a estas tareas.
El INCAA organiza, desde 1996, el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, el único clase A de Latinoamérica, a la altura de los más prestigiosos del mundo -como Cannes o Berlín, entre otros- según la Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos. Precisamente, el Festival de Cannes, que tiene el mercado cinematográfico más grande del mundo, es socio estratégico del INCAA en la Semana de Cine del Festival de Cannes en Argentina y en Ventana Sur, el principal mercado audiovisual de la región, espacio clave para el desarrollo y la distribución de contenidos argentinos a nivel global.
El Instituto también sostiene -desde 1965- la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), una de las escuelas de cine más prestigiosas del mundo, cuna de grandes realizadores (como Fabián Bielinsky, Lucía Puenzo, Juan Bautista Stagnaro, Lucrecia Martel, y la ganadora del Oscar Vanessa Ragone, entre otros). La ENERC tiene ocho sedes distribuidas en todas las regiones del país; es ámbito de enseñanza pública, gratuita y de calidad en los principales rubros de la producción audiovisual, incluso los de mayor innovación como animación y nuevas tecnologías. En materia de formación, el organismo cuenta además con una biblioteca especializada, que es una de las más importantes en su especialidad en el ámbito iberoamericano, consultada por investigadores locales y extranjeros, verdadero reservorio de la historia y de la actualidad del cine en la Argentina. En paralelo, la Cinemateca Nacional, que es una política para salvaguardar nuestro patrimonio fílmico, conserva copias únicas de películas argentinas de la historia de nuestro cine.
Por otra parte, desde su creación en 1957, inspirado en la legislación francesa, el INCAA ha actuado como sostén de nuestra identidad cultural en un mundo cada vez más hegemonizado por las producciones estadounidenses. En esta línea, ha desarrollado una política pública de exhibición de contenidos argentinos llevada a cabo por medio de distintas pantallas. A través de salas como el Cine Gaumont -propiedad del Instituto- y de la gestión de la red federal de Espacios INCAA que nuclea alrededor de 70 salas pertenecientes a gobiernos provinciales, municipales, asociaciones civiles o entidades privadas, lleva nuestro cine a todas las regiones del país. Asimismo, el Instituto cuenta con el canal de televisión CINE.AR TV y la plataforma audiovisual CINE.AR PLAY con películas, cortometrajes y series argentinas de todos los tiempos. También podemos mencionar diversos programas de exhibición de cine nacional que contribuyen al desarrollo de audiencias y que tienen una función social, tales como Las Escuelas van al cine, Cine en Cárceles, Museos de Película, Gafas Violetas, Cine Inclusión, circuitos alternativos de exhibición federal y los Cinemóviles que recorren todo el territorio nacional ampliando el acceso a nuestro cine. El Instituto brinda además apoyo esencial a festivales nacionales que se realizan en todo el país y constituyen importantes eventos culturales para las comunidades locales que los organizan. También envía subsidios a las provincias para el desarrollo de diversos programas audiovisuales. A nivel internacional, promociona el cine argentino en festivales, muestras, embajadas argentinas en el mundo y universidades, entre otros ámbitos. Es importante además el rol de la fiscalización, por el cual el Organismo supervisa las salas de cine para evitar la evasión de los recursos recaudados y el cumplimiento de la cuota de pantalla para la exhibición de las películas argentinas en condiciones igualitarias. En tanto, la Comisión Asesora de Exhibiciones Cinematográficas (CAEC), creada en 1984, se encarga de calificar las películas que se exhiben y determina y/o recomienda si una película es apta para todo público o por su contenido debe tener alguna restricción de audiencia.
Este punto muestra la complejidad y diversidad de los espacios de exhibición que no se reduce a la discusión de los resultados de taquilla en las salas. Deben considerarse también la visualización de películas en plataformas, canales de televisión, muestras, ciclos y funciones especiales en diversos espacios. Cabe aclarar que en toda industria nacional del cine hay un pequeño porcentaje de películas que atraen gran cantidad de espectadores y otras que apuntan a audiencias específicas.
Otra de las áreas que hacen al diseño integral y estratégico de la política audiovisual incluye el programa Memoria Colectiva e Inclusión Social (MECIS), surgido de un convenio con la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que se encarga de realizar el registro audiovisual y oficial de todos los juicios por comisión de delitos de lesa humanidad que se llevan a cabo en el país. A su vez, INCAA en línea es la plataforma desarrollada por el Instituto para la gestión ágil de los trámites vinculados con la actividad del organismo de manera virtual. En la misma línea, el Observatorio Audiovisual del Instituto se convirtió en una referencia para la industria audiovisual y para la evaluación y desarrollo de políticas públicas para el sector, a través de sus informes sobre la situación de la producción, distribución y exhibición del cine y el audiovisual argentino, así como la medición de su impacto económico y cultural.
Describimos hasta aquí mucho de lo que hacemos más allá de los “créditos y subsidios al cine”. En este último aspecto, el INCAA es motor y sostén de nuestras historias, nuestra memoria y nuestra identidad. Es difícil exagerar su rol estratégico en el apoyo a decenas de películas argentinas que se ven en el mundo, donde no sólo ganan premios sino permiten difundir la Marca País, política cultural y económica que es una de las principales formas de inserción del país en el exterior.
En lo referido a la elección de los proyectos que deciden apoyarse, no son trabajadores ni funcionarios del INCAA los que los seleccionan sino comités con una integración transparente y democrática de miembros representantes de las distintas asociaciones de la industria para todas las líneas de apoyo que tiene el organismo. Entre estas políticas de fomento mencionamos los concursos de Historias Breves y Raymundo Gleyzer, certámenes que brindan espacios para el surgimiento de nuevos realizadores con la consiguiente renovación de nuestro cine.
La actividad audiovisual nacional tiene estatus de sector económico industrial. Es considerado parte de la Economía del Conocimiento, en particular de los Servicios Basados en el Conocimiento (SBC), como una actividad con alto valor agregado e intensiva en creación de empleo, con un alto grado de formalidad y bajo impacto ambiental. Estamos ante una nueva oportunidad histórica de consolidar un perfil industrial que nos permita exportar más y mejor nuestra producción audiovisual, donde nuestro organismo tiene un rol central. En ese marco, el INCAA se ubica en el lugar clave de la confluencia de lo público, lo privado y lo académico, núcleo e impulso de los Servicios Basados en el Conocimiento. El último informe del Observatorio Audiovisual del Instituto es precisamente un estudio de inteligencia comercial para el desarrollo de las exportaciones del sector audiovisual, a partir de una investigación en profundidad con los principales actores del sector y comparativa internacional, con una hoja de ruta.
Todas estas acciones y políticas se realizan en un período de estrechez presupuestaria, donde los cambios en el consumo audiovisual y los efectos de la pandemia redujeron la recaudación del organismo, lo que derivó en un incremento porcentual de los gastos operativos. Hoy las plataformas desplazaron a los cines y a la televisión como espacios preeminentes de exhibición, pero el INCAA no recibe fondos por este consumo. En este punto, queremos recordar que en la discusión regulatoria del sector, luego de recuperadas las asignaciones específicas para la cultura por 50 años, se encaminaba a gravar a las plataformas trasnacionales sin aumentar el abono de sus usuarios, a fin de incluirlas en la lógica de la Ley de Cine, en materia de cuota de pantalla y de gravámenes que aporten al Fondo de Fomento Cinematográfico.
Como trabajadores estatales de la cultura hemos siempre propiciado el mejoramiento continuo de la institución en la que trabajamos, comprometidos con el espíritu que alentó su creación y desarrollo. En el marco del debate propuesto, celebramos la oportunidad de expresar nuestra voz, a lo que apasionadamente contribuimos día a día, con toda nuestra idoneidad. Agradecemos cualquier propuesta respetuosa para mejorar su funcionamiento, preservando todo aquello que tiene de valioso y actualizando lo que ha quedado caduco en el contexto actual. Grupo de Trabajadores del INCAA.
Roman Vercelli
3 February 2024 - 17:37
Y pese a todo eso las películas son un asco y no las ve nadie