En el mes de mayo el superávit comercial fue de U$S 2.656 millones, informó el Indec este miércoles. El resultado fue el más elevado desde que el organismo reformuló sus procesos de elaboración de estadísticas, a mediados de 2016. De esa manera, en los cinco primeros meses de 2024 el saldo favorable es de U$S 8812 millones.
El número fue producto de una notable suba del 21,7% en las exportaciones, que alcanzaron a U$S 7622 millones; pero sobre todo de una fortísima caída de 32,8% en las importaciones, que se redujeron a U$S 4966 millones. Como comparación, en mayo del año pasado las compras habían sido de U$S 7386 millones.
Según el detalle elaborado por el Indec, fueron dos los factores que incidieron en la fuerte retracción de las compras al exterior, y por ende en el crecimiento del superávit. Uno es la mejora en la balanza energética, ya que el ahorro en combustibles y lubricantes fue de U$S 626 millones. Esto indica el mayor abastecimiento interno logrado a partir de la finalización del gasoducto Néstor Kirchner, que se inauguró en julio pasado y que permite un mayor suministro desde los yacimientos de Vaca Muerta.
Pero el otro dato fuerte es el de la caída en la importación de bienes de capital, que se redujo en U$S 368 millones en comparación con mayo pasado. La cifra es compatible con la menor actividad económica y con la fuerte caída en el uso de la capacidad instalada por parte de las industrias, que se redujo del 68,9% al 56,6% en un año, según datos del mismo Indec.
En cuanto a las exportaciones, se advierte un peso cada vez mayor de los bienes primarios. El 80% del superávit fue consecuencia de la buena performance del complejo sojero (porotos, harina, aceites, biodiesel y derivados), que dejaron un saldo favorable de U$S 2158 millones. La cifra duplica el resultado que ese sector había dejado en mayo del año pasado, cuando la producción agrícola se derrumbó como consecuencia de la sequía más grave de las últimas seis décadas.
El ingreso de esa cantidad de divisas parece desmentir las afirmaciones de algunos sectores sobre un posible atraso cambiario; si eso ocurriera, las exportaciones no hubieran crecido. También son una buena noticia para el Banco Central, que podrá incrementar sus reservas.
Sin embargo, este último dato es cuestionado por los analistas. Si bien el BCRA sumó alrededor de U$S 17.000 millones en los últimos seis meses, buena parte de esas adquisiciones fueron apalancadas por el retraso en el pago de deudas comerciales, como también en la adjudicación de bonos en dólares (Bopreal) a las firmas que tenían compromisos pendientes con el exterior. Ese pasivo sin registración inmediata mejora el resultado final.