Según las cuentas del Ministerio de Economía de Buenos Aires, la principal provincia del país perdió 6,3 billones de pesos en los primeros seis meses del gobierno de Javier Milei.
La cartera que dirige Pablo López hizo un cálculo en el que combina la caída en la recaudación de los impuestos, tanto provinciales como nacionales coparticipables, con las decisiones políticas, como la reducción de transferencias obligatorias y la casi eliminación de la obra pública. El informe, al que tuvo acceso Tiempo, señala que «las políticas del Gobierno nacional generaron una pérdida para la Provincia estimada en $1,9 billones acumulados en tan sólo 6 meses», y agrega que a esto se suma «el stock de deudas que mantiene el Estado nacional con nuestra Provincia, incluyendo las 899 obras paralizadas en todo el territorio bonaerense: el número total supera los 6,3 billones de pesos».
De acuerdo con el estudio, «el modelo implementado (por el gobierno nacional) está teniendo graves consecuencias en la economía y en las finanzas provinciales». Menciona las políticas de ajuste, con su secuela de destrucción de riqueza y de puestos de trabajo, y el incumplimiento, por parte del Estado nacional, de sus obligaciones con las provincias.
En ese contexto, la Provincia de Buenos Aires (PBA) «está siendo enormemente castigada por las políticas económicas nacionales» ya que, por su impronta industrial y la escala de su mercado interno, «las crisis económicas suelen ser más agudas en el territorio bonaerense que en el promedio nacional», explica.
Al primer trimestre de este año, los datos del Indec indicaban que mientras la tasa de desocupación en la Nación creció 2 puntos intertrimestrales, en la PBA el mismo indicador escaló 2,2 puntos. Asimismo, en relación al último trimestre de 2023, 155.000 bonaerenses engrosaron las filas de la desocupación, lo que representó el 60% de los nuevos desocupados del país.
Además, la actividad productiva en la PBA se retrajo un 3,4% hasta mayo frente al 2,9% de la economía nacional. El retroceso es mayor aun al netear el efecto de la sequía: -7,9%. «Como resultado lógico de las políticas nacionales, los sectores que lideran la caída son los pilares del mercado interno: industria, construcción y comercio», afirma.
Recaudación en baja
La recesión afecta a las provincias porque su principal fuente de recursos son los tributos que dependen del mercado interno, como el IVA o ingresos brutos. En cambio, los impuestos no coparticipables que quedan en manos de la Nación están vinculados al frente externo.
En los primeros 6 meses de 2024, la contracción económica deterioró el desempeño fiscal de la Provincia: la caída de los recursos tributarios alcanzó el 10% en términos reales. La caída de la recaudación propia fue del 5%, significativamente menor que la de la coparticipación nacional, que cayó un 14%. «Expresada en términos monetarios constantes del mes de junio, la pérdida semestral ocasionada solo por la recesión rondó los $ 960.000 millones», señala el trabajo.
«La magnitud del impacto recesivo en los recursos de origen nacional tiene pocos antecedentes. La caída semestral observada en la recaudación de tributos coparticipables sólo es superada por la registrada en el año de la pandemia y por los registros de la salida de la crisis de convertibilidad, en 2002», observa el estudio.
Por otro lado, los incumplimientos del gobierno nacional con las transferencias nacionales obligatorias no automáticas destinadas a programas y áreas sensibles (como el Fondo Nacional de Incentivo Docente, el Fondo de Fortalecimiento Fiscal y los aportes a Cajas Previsionales) más la insuficiente actualización del Fondo del Conurbano Bonaerense (FCB), implicaron que la PBA deje de recibir $ 675.893 millones.
«El experimento libertario es anti-federal e inconsistente. La mayor parte de la inversión pública provincial se destina a educación, salud y seguridad. Por esa razón, desfinanciar a los Estados provinciales no perjudica a los políticos, sino que deteriora las condiciones de vida y las posibilidades de futuro de las y los argentinos. En el caso de la Provincia de Buenos Aires, el perjuicio ocasionado por las políticas nacionales no recae en su gobernador, sino en las y los 17 millones de bonaerenses», concluye el informe. «