El Gobierno nacional espera poder anunciar el martes un resultado positivo de la primera etapa del blanqueo, que cerrará mañana. Este 31 de octubre culmina el período para consignar la voluntad de blanquear dinero en efectivo no registrado aunque la posibilidad de presentar físicamente esos fondos está postergada hasta el 21 de noviembre.
Todo indica que la cifra final que se habrá acumulado hasta la última hora de mañana oscilará entre los 3500 millones y los 4500 millones, para lo cual los contribuyentes decididos a participar del blanqueo habrán abierto unas 120 mil cuentas bancarias especiales, que son las que permiten esta modalidad de «sinceramiento fiscal». No obstante, este monto podría crecer exponencialmente si entre mañana y el 21 de noviembre, quienes blanqueen su dinero opten por llevar más fondos hacia este procedimiento.
El blanqueo implica un perdón de los delitos impositivos acumulados, aunque en teoría no debería incluir dinero generado de manera ilegal.
Pero un contribuyente podría decidir blanquear sólo una parte de sus activos no declarados. En ese sentido, esta semana, el titular de la AFIP, Alberto Abad, recordó que si el organismo recaudador descubre después del 31 de marzo que un contribuyente no declaró todo el dinero, pierde el conjunto de los beneficios del blanqueo.
Un relevamiento por diversas entidades bancarias de primer orden arrojó el viernes que tenían acumuladas alrededor de 90 mil cuentas bancarias especiales. Y varias entidades anunciaron que abrirán algunas sucursales para facilitar la apertura de más de estas cuentas.
Esto podría llevar a que la cantidad de cuentas bancarias especiales termine por encima del nivel previsto.
Con todo, el monto está aún lejos de lo que se calcula, que terminará redondeando esta primera etapa del blanqueo porque hasta el momento sólo una tercera parte de los clientes tiene hecho el depósito de los billetes.
Dado que hay cálculos de que los argentinos mantienen en el exterior activos líquidos por más de 250 mil millones de dólares, un primer cierre del blanqueo, el del dinero en efectivo, en torno de los 4500 millones de dólares o los 5000 millones no suena a mucho. Durante noviembre deberá haber un fuerte trabajo de convencimiento del Gobierno para lograr que las cuentas especiales se llenen de efectivo.
Durante esta etapa el Gobierno decidió aliviarle a los bancos la carga de tener los dólares en efectivo en sus bóvedas y, de paso, generarles una oportunidad. Sucede que el dinero físico ocupa espacio y, acumulado, llevaba a que los bancos superaran el límite máximo que estableció el BCRA para tenencia de activos nominados en divisas, por lo cual debían entregárselo a la autoridad monetaria. Para los bancos, ese dinero es una incomodidad también porque queda inmovilizado seis meses. Ahora, el BCRA eliminó ese tope con lo que los bancos pueden tomar el efectivo y enviarlo al exterior con lo que lo transforman en dinero electrónico que, acreditado en las cuentas que tienen en el BCRA, sí pueden emplear en actividades financieras. En ninguno de los dos casos esos dólares son remunerados.
La flexibilidad del BCRA se sumó a un anuncio similar de la AFIP, en el sentido de que los bancos no debían reclamar a los contribuyentes declaraciones juradas sobre el origen del dinero. Abad aseguró que saldría una resolución conjunta con la Unidad de Información Financiera (UIF), pero esta norma no apareció. Aunque, según fuentes cercanas a esa administración, las admoniciones de Abad habrían alcanzado para que los bancos dejaran de solicitarlas. «
No de los bancarios
La Asociación Bancaria, que dirige Sergio Palazzo, rechazó la decisión de algunas entidades bancarias de abrir sus sucursales este fin de semana para facilitar los trámites del blanqueo de capitales. Palazzo auguró que «ningún banco público ni nacional abrirá. Quedó sólo el HSBC con 23 sucursales a los cuales la Asociación Bancaria va a movilizarse y se va a manifestar para que no abra», sostuvo. El titular de La Bancaria agregó que «hay un intento que ha sido frustrado».