La premisa de bajar el gasto fiscal que Mauricio Macri impuso a las 24 provincias argentinas tuvo un fuerte impacto en el Presupuesto porteño para 2018. Horacio Rodríguez Larreta prevé gastar $ 222.383 millones y, si bien en términos nominales se destacan aumentos en todas las áreas, en términos reales habrá caídas que en los casos de Salud y Educación serán del 5,5 por ciento.
Desde Hacienda, el ministro Martín Mura calculó una inflación promedio del 12%, sin embargo el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que el Banco Central elabora con indicadores de consultoras privadas supone un alza de precios que rondará el 18% para el año entrante y por eso la «ley de leyes» capitalina tendrá una caída de más del 6% en términos reales.
El único ítem del Presupuesto que muestra un crecimiento es el destinado al pago de los servicios de deuda. Según se desprende de un informe elaborado por La Fábrica Porteña los recursos crecerán un 58% en términos nominales y los 10 mil millones de pesos representarán el 4,7% del total de los gastos de la Ciudad.
Acorde con los pedidos de Macri, la Ciudad subió de $ 24 a $ 75 millones los topes de facturación para Ingresos Brutos. En ese contexto más de 20 mil industrias podrán incorporarse a la exención, que alcanza 90% de las empresas que tributan en la Ciudad.
«Crece el peso de la deuda, consecuencia de que en los últimos diez años, a pesar del crecimiento económico, la gestión del PRO se endeudó en malas condiciones y sin resolver los problemas centrales de la educación y la salud públicas. Vemos con mucha preocupación que la Ciudad pierda autonomía y ceda a una agenda que no responde a los intereses de los porteños, sino a la demanda empresaria por competitividad», fustigó el legislador porteño y exministro de Trabajo Carlos Tomada.
En Salud el presupuesto de 2017 fue de $ 30.969 millones mientras que para el 2018 se proyectó un gasto de 34.974 millones de pesos. En Educación las perspectivas son similares. En 2017 se destinaron 36.292 millones de pesos mientras que para el 2018 habrá 40.990 millones de pesos. «En ambos se observa un aumento nominal del 13% y una caída real de 5,5%», expresaron desde La Fábrica porteña.
Vivienda es otro de los rubros que sufrió el vendaval impulsado por Macri. En este caso el presupuesto pasó de $ 7070 millones en 2017 a $ 6018 millones en 2018. Esas cifras representan una caída de 17% en términos nominales y de 28% en términos reales, según el análisis.
«Con este proyecto de presupuesto, el ajuste que está implementando el gobierno nacional llega a la Ciudad. Por primera vez en mucho tiempo se va a reducir el gasto real; y los recortes se hacen sobre temas sensibles como transporte y vivienda», consideró Tomada.
«Es cierto que el Presupuesto de 2017 fue de 7000 millones de pesos, pero se actualizó a 5400 millones de pesos», dijeron en el Instituto de la Vivienda que dirige Juan Ignacio Maquieyra. «Nuestras obras dependen de un proceso participativo, y por eso muchas que eran para este año se atrasaron y pasaron al que viene», agregaron.
Para los contribuyentes no hay buenas noticias. Si bien la inflación proyectada para 2018 es del 12% los aumentos en el impuesto de ABL rondarán el 20% y tendrán un tope del 23,4% por ciento. «Entre el 1 de agosto de 2016 y el 31 de julio de 2017 la inflación fue exactamente del 23,4%, no es un tope caprichoso», defendió Mura al momento de presentar el Presupuesto.