En La Pampa, el debate en torno a las Leyes provinciales 3.288 de Control Integral de Plaguicidas y 3.298 de Fomento a la Producción Agroecológica ocupó la centralidad de la escena pública durante varias semanas y sigue teniendo repercusiones, como informó Tiempo Rural. Desde la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT), junto a las demás organizaciones rurales y comunitarias con las que venimos articulando, creemos firmemente que los agrotóxicos generan graves daños para la salud humana y ambiental. La única manera de evitar esos daños es produciendo de otra manera: migrar del modelo de agronegocios basado en los agrotóxicos, el monocultivo y el desmonte en función de la exportación, hacia otro de soberanía alimentaria que priorice el consumo en el mercado interno y produzca de forma agroecológica alimentos sanos.
Por eso buscamos la inmediata reglamentación de la Ley 3.288 que, si bien no prohíbe las fumigaciones, al menos fija distancias mínimas para proteger a la población. Establece 500 metros para las fumigaciones terrestres y 3.000 metros para las fumigaciones aéreas.
El sector que defiende el modelo actual (entiéndase: la versión pampeana de la “Mesa de Enlace”), propone 40 metros de distancia para evitar los daños. Sabemos que eso no es suficiente. Como ha demostrado el ingeniero químico Marcos Tomassoni en los debates de ambas leyes, las derivas de las fumigaciones con agrotóxicos son, por definición, incontrolables.
Por otro lado, sostenemos que la agroecología debe ser política de Estado. Se debe aplicar la Ley 3.298 para dar apoyo explícito y fuerte a las producciones agroecológicas intensivas, para las familias pequeñas productoras (como lo demostramos a diario con el programa de Colonias Agroecológicas Integrales de Abastecimiento Urbano), y también fomentar y fortalecer las chacras mixtas agroecológicas para la producción de tipo extensiva.
Es fundamental que la población sepa que ya está demostrada la relación entre agrotóxicos y aumento de enfermedades crónicas, por lo que es urgente poner todas las energías en transicionar hacia otro modelo de producción y consumo.
Esperamos que la provincia de La Pampa se ponga del lado de la salud del conjunto de la población pampeana y no del lado del agronegocio. Como organización de productores tenemos en claro que el adversario nunca es ni será otro productor, sino el modelo productivo. «