La realizadora audiovisual, musicoterapeuta y docente Mariela Pietragalla estrenó este jueves el documental La otra memoria del mundo. El film, desarrollado casi como un ensayo, recorre una historia de vida, muestra un edificio único donde se guardan miles de películas y reflexiona poéticamente sobre cómo el cine es una gran bitácora del siglo XX.

Pietragalla se inspiró a partir de un encuentro casi circunstancial con el corto documental Toda la memoria del mundo (1956),  realizado por Alain Resnais, sobre la Biblioteca Nacional de París. “Lo asocié con esa fortaleza magnífica que es la Fundación Cinemateca Argentina, con tantas historias, con tantas películas, que funciona como otra memoria del mundo: de nuestro mundo. Y me puse manos a la obra. Estuvimos cuatro años trabajando en este proyecto. Era un universo que había que mostrar. Las cinematecas son reservorios de material, pero sobre todo son una herramienta de cuidado y sostenimiento de identidades, y creo que eso es algo que tiene que ser difundido. Intenté darle un vuelo poético y bien cinematográfico a La otra memoria del mundo para  hacer honor a todas las cintas que están en ese lugar que es el escenario de mi película”, señala  la realizadora.

El documental se desarrolla a partir de la historia de Rafael Corral, encargado de la Cinemateca Argentina, cuyo edificio se encuentra en Salta 1915, en pleno barrio de Constitución. Pero más allá de este caso puntual, Pietragalla busca representar a todas las cinematecas del mundo. Corral alternando con sus rutinas y trabajo cotidiano, dedica extraños intervalos a revisar films con un meticuloso y solemne ritual. Se obsesiona con recuperar una película en particular: Luces de candilejas (1956), protagonizada por el cantante Miguel de Molina, de cuyo ballet Rafael formó parte y con quien tuvo una inolvidable relación. 

“Comenzamos tomando registros, conectándonos con las dinámicas y los sonidos de la Cinemateca. La pandemia nos atrasó bastante, pero nos hizo concentrar en la importancia del montaje, pensando en cómo contar lo que quería contar. Es una película fundamental para estudiantes de cine, para los cinéfilos y eruditos en el tema preocupados por el cuidado del acervo cinematográfico argentino. Pero esta historia también es una forma de reflexionar sobre cómo descuidamos nuestro patrimonio e identidad. Y en estos tiempos, más que nunca.”

La directora nunca se aleja en el relato de la idea de que la evocación del pasado no es algo estático, sino un proceso en constante reconstrucción. Pasado, presente y futuro conviven y se desarrollan con una estética muy cuidada. Así  se arma un relato muy dinámico, entre la figura espectral de un anciano que intenta recobrar una historia que se resiste a olvidar y las imágenes de un viejo ascensor que conecta los pisos de un edificio deteriorado. 

“Mi idea era evocar las películas de los años ‘40 y ‘50, con ese costado emotivo y un espíritu melodramático que de alguna manera muestra el nivel que se pudo alcanzar entendiendo al cine como una industria, sí, pero también como un vehículo artístico capaz de reflejarnos como sociedad y como país”, explica Pietragalla.

Rafael Corral.

En el lapso entre que se filmó la película y su estreno, desgraciadamente, Rafael Corral murió. Pero su vida y su pasión, al igual que la de los cientos de del mundo, quedaron registrados para siempre. Por el contrario, la situación de la Argentina en general y los ataques a la cultura en particular que el Gobierno de Javier Milei ejercita y estimula a diario, imponen enormes signos de interrogación sobre el futuro de la industria audiovisual en la Argentina: “Sin apoyos para producir y mucho menos para conservar nuestro patrimonio, esta  película también funciona como un llamado de auxilio para tomar consciencia de las consecuencias que van a tener las políticas tan horrorosas que estamos padeciendo. No prestar atención a esto es un acto de ignorancia supina. Si este es uno de los últimos estrenos, creo que retrata muy bien la dureza de este golpe. Es imposible pensar que este Gobierno apoye la creación de una cinemateca si no hay apoyo, ni fondos para el cine, la ciencia y la educación. Es un total abandono, del que nos costará muchísimo recuperarnos.» «

Mariela Pietragalla.

La otra memoria del mundo

Dirección: Mariela Pietragalla. Guión: Mariela Pietragalla, Alejandra Portela. Asistente de dirección: Magalí Ayala. Protagonista: Rafael Corral. Desde el 5 de septiembre en el Cine Gaumont, Av. Rivadavia 1635.