Más de 200 milímetros de lluvia caída en menos de cuatro horas en Bahía Blanca. Un nuevo temporal terrible, con 40 familias evacuadas, el hospital colapsada, gran parte de la ciudad sin luz. Las quejas se repiten: las alertas del Servicio Meteorológico Nacional llegaron tarde. Muchos ni se enteraron. Pero hay un lado B, que demuestra los efectos de la política de La Libertad Avanza: hace poco menos de un año, despidieron a cientos de trabajadores del SMN. El desmantelamiento del Estado también repercute en estas situaciones.
A fines de marzo de 2024 había 670 contratos cuyas renovaciones dependían «de la firma inexistente del director del SMN, Alejandro de la Torre que al día de la fecha sigue sin designación oficial», denunciaron en ese momento desde ATE. De ellos, se dio de baja finalmente a casi un cuarto de la lista.
«De estos 670 contratos, el ministro de Defensa Luis Petri pide que se den de baja el 20%. Cada baja será un despido, cada despido será el cierre de un puesto de trabajo que afectará el desarrollo de las funciones esenciales y mínimas necesarias para la operatividad de la institución», describieron.
Desde el gremio ya advertían que esta medida iba a condicionar los servicios que brinda el organismo y puntualizaron, por ejemplo, que el despido de observadoras y observadores (de superficie, aeronáuticos) impactará en la toma del dato que es una de las bases de los productos del organismo. En aquellas estaciones con deficiencia actual de personal, esta reducción implica su potencial cierre.

Además, señalaron que el despido de pronosticadores iba a impactar en la emisión de pronósticos, alertas (Sistema de alertas tempranas – SAT), avisos de cenizas volcánicas, y de pronósticos marítimos y costeros, entre otras advertencias.
Por si fuera poco, el despido de pronosticadores aeronáuticos impacta en el funcionamiento del tráfico aéreo; los cambios que se generen en las áreas de clima, agro, hidro, ciencia e investigación-desarrollo implica que se trunquen desarrollos de productos que mejoran pronósticos, alertas, avisos y advertencias. Estas producciones no solo son utilizadas en el territorio nacional, sino que constituyen requerimientos obligatorios del SMN para con el mundo.
Qué dijo el Ministerio de Defensa
En un intento por justificar la situación, el año pasado Defensa admitió despidos, pero dijo que no eran «indispensables».
Sostuvieron que, debido a un decreto firmado por el Presidente que establece una reducción del 15% en todos los ministerios, sí se rescindirían 73 contratos de empleados del SMN en todo el país, «de los cuales 19 forman parte de un retiro voluntario». Sin embargo, el 15% de los más de 1100 trabajadores del SMN no son 73, sino más de 150…
“Las bajas son de contratos de funciones no indispensables, que no afectan a la seguridad de la población, ni son necesarias para evitar catástrofes ambientales o accidentes aeronáuticos”, subrayaron a La Nación fuentes de la cartera conducida por Luis Petri.

Quien también habló en su momento fue Cristian Fereggina, Jefe de Estación del Servicio Meteorológico Nacional en La Plata. Relató que son 125 estaciones meteorológicas para cubrir todo el territorio nacional, pero hay lugares donde falta personal: “En cuanto al personal, el de la ciudad siempre fue bajo (en cantidad de personas), nunca se alcanzó a cubrir la necesidad». Desde el año pasado es aún peor.
Tampoco se soluciona de un día para el otro: “un observador meteorológico no se forma solo con el curso, necesita práctica, para ir a la Antártida necesitas, mínimamente, dos años de formación en su destino y tener cierta experiencia, sumado al entrenamiento previo que tienen para ir”.
Meteorólogos no sobran, faltan
Teresa Ibarzabal, meteoróloga y capacitadora del Servicio Meteorológico Nacional, habló el año pasado sobre los despidos que estaban sufriendo en el SMN, y el desmantelamiento que sufrían por decisión del Gobierno Nacional.
Denunció que “no hay un criterio de selección”, respecto de lo despidos del personal al mismo tiempo que reconoció que se trata de trabajadores activos e indispensables: “no es que es una persona que no hacía nada”.
Y ya advertía: “somos 1121 que trabajamos cubriendo todo el país y la casa central que tienen que ver con áreas científicas técnicas. Hay que ver qué impacto tiene en la actividad aérea y en la sociedad”.
Entre sus numerosas actividades, el SMN es el único ente oficial para emitir alertas. “Hacemos un servicio de prevención de defensa de civiles que impacta en muchas áreas. Cuando saquen gente de una estación meteorológica va a haber menos datos científico técnicos”, advertía.
Y al mismo tiempo reconoció que “los pronosticadores faltan no sobran. Estamos esperando que se reciban para que ingresen al Servicio Meteorológico Nacional. Como meteoróloga me interesa preservar la vida de una persona. La gente tiene que entender la seriedad del trabajo de un meteorólogo y Argentina, puede recibir reclamos de la Organización Meteorológica Mundial porqué no emite datos”.
El caso de Lucas Bevacqua
Uno de los casos más resonantes el año pasado en los despidos fue el de Lucas Berengua, quien se había enterado por altavoz que lo habían echado del Servicio Meteorológico Nacional, donde se desempeñaba como vocero, tras 21 años en funciones. Finalmente, fue reincorporado al organismo por decisión del Ministerio de Defensa, tras gestiones de UPCN.
Lo que dejó bastante que desear fue su postura de solo defender su puesto de trabajo y su caso particular, sin centrarse ni reclamar por los otros cientos de despedidos.

“Soy Lucas Berengua y quiero utilizar este medio para contarles a todos que en el curso de las últimas horas han sucedido eventos que han concluido en mi renovación del contrato y mi reincorporación al Servicio Meteorológico Nacional”, informó en su momento el propio meteorólogo a través de un video difundido por las redes sociales del gremio UPCN.
“Se comunicaron conmigo (desde la cartera de Pietri) para indicar que mi renovación y mi continuidad estaban en gestión, y luego el director del Servicio Meteorológico Nacional me confirmó este evento –acotó en su momento–. Hoy ya me encuentro restablecido en mi puesto de trabajo y comenzando con mis tareas laborales habituales. Quiero agradecer las muestras de amor de todas y cada una de las personas que se comunicaron conmigo a través de todas las redes sociales y a través de los propios medios de comunicación, herramienta necesaria que sirvió para la visibilización de mi situación en particular y de mi trayectoria. Y con lo que más me quedo, con las muestras de amor de cada uno de ustedes”.