La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró hoy que «no hay razón para no utilizar» la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca, tras la suspensión como medida de precaución en algunos estados europeos. La medida había sido adoptada por países como Dinamarca, Islandia y Noruega tras las sospechas de que el uso de dicho inoculante podría haber generado la aparición de coágulos de sangre en personas inmunizadas.
«Deberíamos continuar utilizando la vacuna» de AstraZeneca y «no hay razón para no utilizarla», declaró Margaret Harris, vocera del organismo sanitario de la ONU, en una conferencia de prensa desde Ginebra. El ente regulador al que ella representa recomendó ayer a los países de la Unión Europea (UE) a avanzar con la aplicación de la vacuna de AstraZeneca, ya que “los beneficios continúan superando los riesgos”.
A pesar de ello, Bulgaria tomó hoy la misma decisión «hasta que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) levante todas las dudas sobre su seguridad», dijo el primer ministro de ese país, Boyko Borisov. Desde EMA señalaron que hasta el martes último solo se detectaron 22 casos de trombosis entre los tres millones de personas vacunadas en el bloque, así como en Noruega e Islandia, que participan en la estrategia común de vacunas.
La agencia nacional de salud danesa, la primera en anunciar la decisión, habló de una medida de precaución ante «casos graves de coágulos en personas vacunadas», aunque «de momento» no se ha establecido una relación causal. A principios de esta semana, Austria también había dejado de administrar un lote de esas vacunas después de que una enfermera de 49 años muriera de «graves trastornos de coagulación» días después de ser vacunada. Otros cuatro países europeos (Estonia, Lituania, Letonia y Luxemburgo) tomaron la misma medida, suspendiendo la vacunación con dosis de este lote, que se entregó a 17 países y que incluía un millón de vacunas. Asímismo, Italia también suspendió la aplicación a pesar de no haber recibido unidades pertenecientes a esa partida.
El laboratorio anglosueco y el Gobierno británico reaccionaron el jueves para defender una vacuna «segura» y «eficaz». Por su parte, la portavoz de la OMS subrayó que los expertos de la organización están estudiando la información sobre los coágulos que por el momento no se había establecido ninguna relación causal. «Cualquier alerta de seguridad debe ser investigada», subrayó la vocera en declaraciones que reproduce la agencia de noticias AFP.