“Memoria completa”. A 49 años del último y más sangriento período dictatorial que subordinó política, social y económicamente al país, el gobierno nacional volverá a proponer un discurso negacionista con el que buscará responsabilizar a las víctimas del terrorismo de Estado por sus accionares durante los turbulentos años ’70. Esta nueva provocación llega apenas unos días después de la aprobación en el Congreso del DNU que habilitó al oficialismo a una nueva toma de deuda con el Fondo Monetario Internacional de la que no se conocen precisiones básicas como el monto y su forma de pago.

Tal como lo hicieron el año pasado, los colaboradores del presidente trabajan desde hace semanas en lo que será otro nuevo guiño condecorativo a los crímenes de estado cometidos entre 1976 y 1983. La semana pasada, un equipo audiovisual que reporta a presidencia se acercó a la ex ESMA para tomar imágenes que completarán el video que se publicará en la mañana del mismo 24 en las cuentas oficiales de la Casa Rosada y será replicado por la plana mayor del gobierno y el brazo digitalmente armado que conduce el asesor Santiago Caputo.

Según pudo reconstruir este medio, los encargados de la filmación fueron instruidos por el cineasta presidencial, Santiago Oría, encargado de documentar cada uno de los pasos de Javier Milei en sus escuetas apariciones en público. El equipo tomó imágenes de la Secretaría de Derechos Humanos, el Archivo Nacional de la Memoria y el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, cerrado por el gobierno nacional el pasado 31 de diciembre.

La nueva provocación del gobierno para el Día de la Memoria

En lo que va de gestión libertaria, la Secretaría registró más de 500 despidos. Con la insistencia de utilizar el discurso de la motosierra para acabar con “el curro de la política y los Derechos Humanos”, se espera que en este nuevo spot el oficialismo profundice la criminalización a los trabajadores que mantienen en pie el predio. El mismo énfasis celebratorio se presume que tendrá la decisión de recortar a la mitad el personal de la ex ESMA, pese a la promesa del Ejecutivo de no afectar al espacio por ser condecorado como un patrimonio de la humanidad.

El spot, que fue editado bajo un total hermetismo, estará acompañado por una serie de anuncios que, pese a no tener mayor relevancia en cuanto a cambios circunstanciales en el abordaje de la memoria que ejerce el estado nacional, buscarán profundizar en la refritada Teoría de los dos Demonios. Según confirmaron a Tiempo diversas fuentes, el mismo no tendrá intenciones de modificar nombres alusivos a la fecha ni eliminar las disposiciones de resarcimiento como los subsidios y/o indemnizaciones previstas por las leyes de resarcimiento promulgadas en las últimas cuatro décadas.

Las piezas audiovisuales son una herramienta sobreutilizada en la gestión libertaria para batallar en la arena cultural. El año pasado, durante el primer Día de la Memoria de la era mileísta, el gobierno difundió un video en el que, como nunca desde el retorno de la democracia en 1983, el estado nacional puso en duda la cifra de desaparecidos y la responsabilidad de los agentes institucionales durante la última dictadura cívico militar. Con la declarada intención de desconocer la desventaja entre guerrilleros y el aparato estatal, ese video fue el primer paso que dio el nuevo oficialismo para enmarcar dentro de una “guerra” a los crímenes cometidos durante la dictadura, sin ningún prurito a la hora de remarcar las diferencias abismales entre los agentes involucrados.

De aquel video, que generó un sinfín de repercusiones y motivó a tener una plaza aún más colmada, participaron el ex Montonero, Luis Labraña, María Fernanda Viola, hija del ex capitán del Ejército, Humberto Viola, y ex titular de la SIDE menemista, Juan Bautista Yofre. Al igual que el dólar barato, el “Tata”, como lo conocen desde los años en los que gustaba de ejercer la contrainteligencia, también volvió cobijado bajo el ala de un gobierno neoliberal. El exembajador se desempeña como director de la Escuela Nacional de Inteligencia, una de las patas de la Secretaría de Inteligencia que el cada vez menos silencioso Caputo digita desde su despacho colmado de latas de energizantes y olor a cigarrillo.

Pese a la importancia histórica de la fecha, el presidente no tiene previsto dar ningún discurso ni pronunciarse por canales oficiales. Según pudo saber Tiempo, se espera que el primer mandatario transcurra la jornada en la Quinta presidencial de Olivos, desde donde monitoreará lo que, se espera, será una de las marchas más masivas de lo que va de la gestión. En tanto, desde el gobierno confirmaron a este medio que no se pondrá en marcha el operativo antipiquetes que sponsorea la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dado que la convocatoria no permitirá ejecutar ningún tipo de intento de control de las calles por parte de las fuerzas.

La nueva provocación del gobierno para el Día de la Memoria

Lejos de intentar involucrarse en la fecha, en la última hora del viernes, el presidente condecoró al Regimiento de Granaderos a Caballo por el 213 aniversario de su creación. El evento se realizó en el Regimiento de Infantería 1 de Patricios, señalado en 2023 como un sitio de memoria puesto que allí estaba montado el Comando de Cuerpo de Ejército I, donde funcionó un centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico-militar. La participación del presidente apenas horas antes de la conmemoración de un nuevo aniversario del golpe pasó sin una sola mención al tema, una postura ya habitual en la gestión. Quien sí fue condecorado en el discurso oficial fue el recientemente descubierto general Juan José de San Martín.

El desprecio del oficialismo por recordar a las víctimas del terrorismo de Estado queda en evidencia a diario. En los más de 14 meses que lleva adelante del organismo, y pese a estar bajo su órbita, el titular de la Secretaría de Derechos Humanos, Alberto Julio Baños, nunca visitó el Museo Sitio de Memoria, donde funcionó el más inhumano de los centros clandestinos. Tampoco se mostró dispuesto a mantener algún encuentro con Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, emblemas de la lucha por la identidad.

Con los despidos consumados, los últimos hace tan sólo algunas semanas, al día de hoy la Secretaría no tiene ninguna gestión ni objetivos diagramados específicamente por su titular. Las políticas que se llevaban adelante en otras gestiones no sólo estaban circunscritas al ejercicio de memoria, también se seguían casos de violencia institucional, migraciones y género, cuyas áreas fueron desmanteladas de recursos humanos y monetarios, al punto de encontrarse en una etapa de mínima supervivencia.

Pese a tratarse de una fecha significativa para su agenda negacionista y dictatorial, la vicepresidenta, Victoria Villarruel, no tiene previsto participar de ningún evento ni encabezar actos propios para profundizar en su discurso en favor del Proceso.

El último acercamiento público a la discusión que tuvo la abogada fue durante su encuentro en España con la ex presidenta María Estela Martínez de Perón. En aquella cumbre, que se concretó en total hermetismo y se dio a conocer sin un ápice de pudor el 17 de octubre pasado, las damas pasaron una larga tarde de té que culminó con una  condecoración de Villarruel a Isabel, en un reconocimiento de la Cámara Alta a quien supo ser su conductora entre 1973 y 1974.

La ahora titular del Senado, quien se encuentra atravesando una larga temporada en el freezer libertario, fue una de las fundadoras del Centro de Estudios Jurídicos sobre el Terrorismo y sus Víctimas, con el que busca consolidar una reparación para las víctimas de los Montoneros y del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Dentro del gobierno, sin embargo, advierten que ninguna de las ideas que pululan por la mente de la desterrada vice serán ejecutadas durante esta gestión.   «