Fue la imagen del día para la NASA: el desmonte en la provincia de Salta, que arrasó gran parte de uno de los bosques más importantes del continente. La comparación entre una foto satelital del año 2000 y otra de 2019 evidenció que casi 30 mil kilómetros cuadrados del Gran Chaco fueron “limpiados” y convertidos en tierras de cultivo –fundamentalmente de soja transgénica– o de pastoreo.
El segundo bosque más grande de Sudamérica, el Gran Chaco, ha sufrido una rápida deforestación en las últimas décadas, como muestran estas imágenes satelitales del norte de Argentina.
— NASA en español (@NASA_es) May 21, 2020
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El Observatorio de la Tierra, perteneciente a la agencia espacial estadounidense, publicó el último miércoles que “las observaciones de los satélites Landsat indican que aproximadamente el 20 % (142.000 kilómetros cuadrados) del bosque se convirtió en tierras de cultivo o de pastoreo entre 1985 y 2013” y agregó que “de 2010 a 2018, más de 29.000 kilómetros cuadrados del Gran Chaco fueron limpiados. Gran parte del desmonte tuvo lugar en la Argentina”.
Organizaciones ambientalistas como Greenpeace vienen denunciando el avance implacable de las topadoras en las provincias del norte. Según el relevamiento de esa ONG, “en los últimos 30 años perdimos cerca de ocho millones de hectáreas y somos uno de los diez países que más destruyen sus bosques”.
La pérdida del monte es provocada, principalmente, por el avance de la frontera agropecuaria. Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa concentran el 80% de la deforestación del país, una voracidad que ni siquiera detuvo el aislamiento obligatorio por la pandemia de Covid-19. Tal como denunció Greenpeace y publicó Tiempo hace un mes, solo entre el 15 de marzo y el 15 de abril se desmontaron en esas cuatro provincias más de 6500 hectáreas, lo que equivale a destruir 211 hectáreas de bosque nativo por día.
Luego de la repercusión mundial que tuvo la publicación de la NASA, Greenpeace difundió la lista con más de 300 compañías y grandes empresarios que arrasaron con la biodiversidad y las comunidades locales durante las últimas tres décadas, entre los que destacan Eduardo Elsztain (encabeza el listado con 120.000 hectáreas desmontadas), Jorge Brito, Paolo Rocca y Eduardo Eurnekian. Muy cerca de los primeros puestos también están el ex presidente Mauricio Macri; el primo del ex jefe de Gabinete Marcos Peña, Alejandro Braun Peña; el ex ministro de Finanzas y presidente del Banco Central, Luis Caputo; y el ex diputado nacional Alfredo Olmedo.
“Les pusimos nombre y apellido a algunos de los responsables de uno de los peores crímenes ambientales que sufre nuestro país: la deforestación. Más desmonte significa más inundaciones, más desalojos de comunidades campesinas e indígenas, más desaparición de especies en peligro de extinción y más enfermedades”, explicó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace. “Es completamente inadmisible que, frente a la emergencia sanitaria, climática y de biodiversidad que estamos sufriendo, se siga deforestando. Los gobiernos deben ponerle un freno a la ambición destructiva de algunos empresarios”, concluyó.