Concentraron, cortaron la calle, interrumpieron el tránsito mientras movilizaban a Plaza de Mayo, permanecieron en el lugar para escuchar el discurso final y desconcentraron en paz. Pese a las amenazas de la ministra Patricia Bullrich y el despliegue de las cuatro fuerzas de seguridad por todo el distrito porteño, la movilización piquetera logró su objetivo y pudo manifestarse contra las medidas de ajuste del gobierno de Javier Milei, en el marco de un nuevo aniversario de la crisis del 20 de diciembre de 2001 que provocó la caída del gobierno de Fernando De la Rúa. El enojo de Diego Kravetz mostró la disconformidad con el accionar de las fuerzas federales y la policía que tiene a cargo en el distrito porteño. Más tarde, Jorge Macri intentó poner paños fríos y convencer a su electorado que el operativo policial fue un éxito. ¿Se despierta una nueva interna entre el macrismo y Bullrich, o es parte de las discrepancias que acontecieron tras el balotaje del 19 de noviembre?

«Pregúntenle a Patricia», lanzó Diego Kravetz, Secretario de Seguridad porteño y Jefe de la Policía de la Ciudad, al ser consultado sobre la presencia de las fuerzas federales de seguridad en el distrito, mientras caminaba por las inmediaciones de Plaza de Mayo para controlar “in situ” el operativo de la policía porteña. Desde el ejecutivo local no vieron con buenos ojos el despliegue en territorio “autónomo” de las fuerzas federales y consideran que el accionar fue una clara intromisión, un hecho que mostró el descontento de Kravetz y que no fue del agrado del jefe de Gobierno de la Ciudad Jorge Macri.

«No voy a catalogar nada porque es responsabilidad del Gobierno Nacional, no nuestra», agregó Kravetz ante la insistencia del periodista de C5N que volvió a indagar sobre el tema. Desde el entorno de Jorge Macri sostienen que, más allá de la intrusión de las fuerzas federales en la Ciudad de Buenos Aires, los ánimos “se caldearon” porque el operativo no resultó como esperaban: “Podría haber salido mejor, se habló mucho y se esperaba más”, confesaron a este medio.

Tanto Diego Kravetz como su jefe Waldo Wolff, son hombres que responden directamente a Mauricio Macri. Ambos tiene (o tenían) buena relación con Patricia Bullrich, pero las rispideces entre Mauricio y la titular de Seguridad, tarde o temprano se reflejarían en el ministro de Seguridad porteño y su vice.

Más tarde, el propio Jorge Macri intentó poner paños fríos tras las declaraciones de Kravetz, al querer convencer a su electorado que el operativo policial fue un éxito: “Lo importante hoy es que cambió la lógica de quién controla la calle. Veníamos de un país y una Ciudad donde los piqueteros hacían lo que querían”, publicó en sus redes sociales.

Pero inmediatamente reconoció que el operativo no resultó como esperaban al señalar: “El éxito va más allá del operativo, tiene que ver con un cambio cultural en Argentina, en la Ciudad de Buenos Aires donde vuelve a ser el Gobierno el que decide qué se puede hacer y qué no en el espacio público. Hay una toma de conciencia de la gente de que no es con violencia ni prepotencia”.

La interna a flor de piel

La ministra de Seguridad de la Nación quiso “copar la parada” y resaltar su “fama” de personaje rudo y actitud definida. Al desplegar las fuerzas federales por el territorio autónomo de la Ciudad, sin el consentimiento de Wolff y Kravetz, provocó el primer cortocircuito entre Nación y Ciudad. “Kravetz en ningún momento solicitó la presencia de las  fuerzas federales para controlar la movilización del Polo Obrero”, aseguraron a este medio desde la cartera de seguridad porteña.

El jefe de gobierno Jorge Macri basó parte de su campaña en la recuperación de la calle y el espacio público, pero el operativo policial no resultó como esperaba aunque trató de justificarlo de alguna manera. Más allá de los anuncios de los anuncios de Bullrich, en la Ciudad no esperaban que la ministra de Seguridad desplegara a uniformados del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) a controlar los piquetes, y mucho menos sin el consentimiento del intendente local. Más tarde, Tiempo indagó a otro sector del entorno de Jorge Macri para que confirme o no, respecto a una “pelea” entre Bullrich y Macri a raíz de este tema. “No creo, son profesionales de la política que coinciden en muchos aspectos y otros no”, lanzaron fuentes porteñas. “Hay buena relación entre ambos”, agregaron.