Si algo distingue a los Encuentros es la cantidad de jóvenes que se han ido sumando al movimiento de mujeres. Entre miles de adolescentes, 600 estudiantes secundarias de escuelas porteñas llegaron en micros hasta La Plata para participar de los talleres y las marchas este fin de semana.
No fue fácil, luego de seis meses de trabajo organizativo, juntar plata y finalmente coordinar toda la logísticas. Días antes del ENM, descubrieron que las escuelas adonde iban a parar estaba a diez kilómetros del centro platense. No fue un problema para las chicas, que se garantizaron el transporte, consiguieron un alojamiento más cerca y también que todos se enteraran que 600 pibas iban a ser parte del debate colectivo.
Eva Sueyro (secretaria general del centro de estudiantes del Esnaola) y Camila Dmitruk (secretaria de género del del ILSE) fueron esenciales en esta coordinación; ambas forman parte de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios.
“A partir de que visibilizamos lo que nos estaba pasando es que conseguimos alojamiento en el centro de La Plata”, cuenta Camila, en la escuela donde pernoctará junto a sus compañeras. Es la hora de los talleres, por lo que las demandas a las chicas son muchas. “Lo más grosso fue visibilizar a 600 pibas viajando a La Plata de manera independiente, autogestionada. Fue bueno ver cómo muchas organizaciones se solidarizaron con nosotras, reconociendo nuestro trabajo de juntarnos todas las semanas”, agrega.
Junto a Camila y Eva está Laura Hernández Arregui, que viajó a este ENM con su mamá. Si bien ahora está cursando el Ciclo Básico Común, sigue siendo una referente de la lucha feminista de los secundarios. Fue clave su rol en 2018, cuando encabezó con su colegio la organización para pedir por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
–¿Cómo llegan desde su militancia feminista a este Encuentro?
Laura Hernández Arregui: –Para mí todo empieza con mi militancia en secundarios, aunque ahora me encuentro en una posición distinta, construyendo mi lugar dentro del ENM con mi vieja. La construcción de madre e hija es fundamental en este momento, y eso fue un descubrimiento. En la secundaria entendí la importancia de estar presente, y hacerlo al lado de mi mamá.
Camila Dmitruk: –Este año, las secundarias estamos en una situación bien diferente. De a poco, surgimos como sujetas políticas. Crecimos el año pasado con las movilizaciones por el derecho al aborto, y este año en La Plata nos encontramos más organizadas, en un año electoral donde también se juega mucho el rol de la juventud. Con todo lo que pasó con los padrones, vimos que somos medio millón de jóvenes los que votamos. Estar acá es la demostración de todo un proceso de politización de les jóvenes y, sobre todo, de la mano del feminismo de las pibas y de las disidencias. Nosotras tenemos de 13 a 19 años, y mucho para decir. Podemos seguir protagonizando todas estas luchas y esto se traslada al contexto electoral en el que estamos inmerses.
–¿Qué postura tienen sobre la necesidad de cambiar el nombre que se plantea en este encuentro?
Eva Sueyro: –Creo que es muy importante y muy simbólico cambiarlo. Tuvimos la discusión cuando hicimos la bandera para venir acá, y llegamos a la conclusión de que no era nuestro rol hasta cierto punto discutir eso, porque si bien sabemos que las disidencias sufren opresión, es necesario para ellas el espacio de difusión. Terminamos poniendo travestis, trans y no binaries en la bandera, porque es muy importante que las jóvenes no neguemos la participación a sectores tan oprimides como nosotres.
CD: – En cuanto a la cuestión plurinacional, siempre nos movilizamos a favor de esto, sobre todo considerando que militamos un feminismo que integre a todas las mujeres de Latinoamérica, que contemple a todos los pueblos originarios. Es importante construir con todas las mujeres. Y es importante visibilizarlas.
LHA: –Hay que borrar ese límite. Cuando hablamos de un Encuentro Plurinacional, yo me centro en la perspectiva de lo que significa la Patria Grande. Ideológicamente nos posicionamos en un proyecto político de país que no es sólo Argentina, sino un bloque económico y político regional, más cuando hay una oleada de la derecha como la que se ve en Ecuador, en Brasil o con Macri acá. Cuando las mujeres decimos “plurinacional”, decimos que nuestro proyecto supone una Latinoamérica unida contra todas las opresiones. Pero es importante cómo el feminismo ideologiza esto a través de este concepto. Por eso apoyo ese reclamo, porque lo hemos ido construyendo desde estos espacios. «
Policías maltratadas
La lluvia no pudo apagar la fiesta del ENM en La Plata, pero hubo un grupo de mujeres que la están pasando muy mal. Al menos 200 mujeres policías, de las 4000 convocadas por la Bonaerense para participar del fuerte operativo de seguridad desplegado en la capital provincial, denunciaron que debieron pasar la noche en condiciones inhumanas, sin comida, durmiendo en el piso en un galpón, porque no había lugar para alojarlas en la Escuela Juan Vucetich. Sus fotos y audios se filtraron en las redes sociales.