Hay récords que generan impacto y hay otros que además, o sobre todo, valen por su significado. Por ejemplo, el de Ámbar Santa Cruz, una chica de 12 años que debutó este fin de semana en la Primera División de la Liga Rionegrina. A falta de estadísticas oficiales, la mediocampista del club Cultural, de Viedma, muy posiblemente se haya convertido en la futbolista más joven en jugar en la máxima categoría de las ligas femeninas del país, pero lo esencial va por otro lado: Ámbar es una chica que, a fuerza de romper paradigmas, se formó jugando en una liga mixta y ya está en Primera. Su caso inspirará a miles de chicas.
Por fuera de Buenos Aires y de unos pocos centros urbanos más, las niñas que quieren jugar al fútbol en los pueblos o las pequeñas ciudades de Argentina afrontan un dilema: por falta de población o de tradición, el único fútbol femenino que se practica suele ser el de mayores, o sea para jugadoras de entre 16 y 40 años. Sin la cantidad suficiente para formar equipos de categorías menores, las niñas arrancan a jugar en escuelitas junto con los varones. Pero el fútbol mixto es una solución a medias, desde que empiezan, entre los 4 y 5 años, hasta que los equipos comienzan a competir, a veces a los 7, otras a los 12.
Las chicas entonces se quedan sin un lugar dentro del sistema: la enorme mayoría de las ligas del interior permite que únicamente jueguen los varones, un limbo que atrapa a las niñas de entre 12 y 16 años -siempre con edades aproximadas, porque cada liga tiene su excepción-: son consideradas “grandes” para seguir competiendo con los chicos pero todavía son jóvenes para sumarse a la Primera femenina.
Alentados por la voluntad de sus hijas, decenas de madres y padres de todo el país comenzaron a buscar soluciones en los últimos años. Ya hay muchos casos con final feliz, por ejemplo el Argi Achaval Tamame, una chica del club Unión de Bonifacio (oeste de Buenos Aires) que en 2023, a sus 8 años, consiguió que la Liga de Tres Lomas aprobara el fútbol mixto hasta los 10.
En 2021, a su vez, Ámbar y sus padres habían tenido un triunfo familiar en Viedma, Río Negro. “Ámbar siempre jugó al fútbol mixto en el club Deportivo Cultural, hasta que cumplió 9 años y nos informaron que ya no podía competir con los varones. Ahí empezamos reuniones con autoridades del fútbol y políticas. No fue fácil pero conseguimos que la autoricen a volver a jugar hasta los 12. Es un pasito. Acaba de cumplir 10, pero sabemos que dos años se pasan rápido”, dijo entonces Sebastián, el padre, una autorización que provocó que decenas de chicas se sumaran al campeonato de la liga local. “Los dirigentes me decían ‘¿y qué pasa si se lesiona?’. Pero mi hija les dio el mejor ejemplo: la golpearon sin querer y siguió. Hay un montón de nenas que quieran jugar”, dijo Santa Cruz a El País.
La lucha de Ámbar
Menos de tres años después, a sus 12 –el 5 de octubre cumplirá 13-, Ámbar jugó en la Primera División de Cultural este fin de semana. La cuenta de Instagram del club lo celebró con estas palabras: “Hoy es un gran día para Ámbar Santa Cruz Fontao, de tan solo 12 años, que por primera vez está en la lista de convocadas para un partido de la Primera División del fútbol femenino de Cultural, ni más ni menos que para los cuartos de final del actual torneo Apertura”.
“Probablemente no tod@s conozcan la historia de Ámbar y la de su lucha por la igualdad de oportunidades para jugar al fútbol en la Liga Rionegrina con sus compañeros y compañeras de siempre y en el club de sus amores. Ámbar llegó a Cultural con tan solo 5 añitos, integrándose sin ningún tipo de problemas a un grupo en el que la gran mayoría eran varones. Compartió con ellos años de entrenamientos pero al llegar el momento de la participación en la liga rionegrina, la reglamentación vigente hasta ese momento impedía que Ámbar pudiese seguir jugando con sus compañeros”.
“Allí comenzó la lucha de Ámbar, la de su familia, con el apoyo de nuestro club, para proponer cambios en la reglamentación que permitiesen equipos mixtos, al menos en las primeras categorías de la liga rionegrina. Y así fue como, tras largos meses de mucho pelearla, notas, discusiones para quebrar estructuras muy conservadoras, se logró que la Liga Rionegrina habilitara la posibilidad de que las nenas puedan competir en las dos primeras categorías formativas. Hoy, gracias a la lucha de Ámbar, muchas nenas pueden participar de la liga rionegrina”.
“Felicitaciones Ámbar, gracias por nunca bajar los brazos, por defender tus ideales, por demostrarnos que, con sacrificio, con esfuerzo y con perseverancia, todos los sueños se pueden concretar. Hoy te estaremos acompañando, así como toda la familia de Cultural, en este día tan especial. Muchos éxitos!!!!”.
El 9-1 del equipo de Ámbar
Ámbar debutó en medio de un resultado muy propicio para su equipo: la victoria 9-1 ante Lavalle por los cuartos de final del Torneo Apertura. Ingresó a falta de 20 minutos, cuando Deportivo Cultural ya ganaba 5-1. “Estuve un poco nerviosa, no creía que estaba ahí. Hace dos semanas me dijeron que capaz podía ir, pero el viernes, el profe me dijo que estaba convocada. Estuve con mucha ansiedad pero pude dormir bastante. Me levanté nerviosa, desayuné bien y almorcé en la casa de mi tía” explicó Ámbar a Radio Noticias, una emisora local, después del partido, según consigna el sitio Noticias Web, de Viedma.
Se supone que, a los 12 años, las historias recién empiezan. Pero Ámbar tiene un recorrido tan largo que ya llegó muy arriba. Por ella y por todas las chicas que, aun sin conocerla, siguen y seguirán su ejemplo en el resto del país, justo en un momento de confusión de la selección femenina argentina.
Roberto Monserrat
13 June 2024 - 11:14
Debe tenerse en cuenta que, mas alla de las condiciones que posea la pequeña, reglamentariamente y segun el reglamento oficial del futbol argentino, estipula una edad minima de 13 años para jugar en primera division.