La Justicia chilena ordenó este martes reabrir la investigación por la muerte del poeta Pablo Neruda, que su familia y el Partido Comunista (PC) atribuyen a la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet (1973-1990), porque consideró que existen elementos «que podrían aportar al esclarecimiento de los hechos».
“Apareciendo de los antecedentes que no se encuentra agotada la investigación, existiendo diligencias precisas que podrían aportar al esclarecimiento de los hechos, se ordena la reapertura del sumario”, señaló la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago en un fallo unánime.
La muerte de Neruda, que se creía se debía a un cáncer de próstata, se está investigando desde 2011 a raíz de una querella del PC, que sostiene la tesis de que el escritor fue envenenado mientras estaba internado en la Clínica Santa María de la capital chilena, tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
La abogada de la familia Neruda, Elizabeth Flores, calificó como una “buena noticia para el mundo de los derechos humanos” la decisión de la justicia.
“No es tan solo una buena noticia a nosotros como abogados, en el caso mío y de mi colega Rodolfo Reyes que es sobrino de Pablo Neruda, esto es una buena noticia para el mundo de los derechos humanos que han sido violentados y siguen siendo violentados en el mundo”, dijo la abogada al medio chileno Cooperativa.
La investigación
Dentro de las pesquisas que se ordenan ahora se encuentra un nuevo peritaje caligráfico respecto al certificado de defunción, como también una metapericia que permita revisar e interpretar los resultados de las pericias realizadas por los expertos de las Universidades de McMaster y Copenhague, que señalaron que el Premio Nobel de Literatura de 1971 murió envenenado.
También se llama a declaración judicial a Peter Kornbluh, director del Proyecto de Documentación de Chile, y Eduardo Arriagada Rehren sobre su trabajo de inteligencia en base al clostridium botulinum, bacteria que habría sido inyectada al poeta causando su muerte.
La reapertura de la investigación “significa la posibilidad cierta de todo lo que hemos sostenido hasta ahora, de que el cuerpo de Neruda contenía la bacteria de clostridium botulinum”, aseguró Flores.
Respecto a las diligencias solicitadas por la familia, la abogada detalló que entre las más importantes se encuentra la metapericia, “que consiste en que peritos nombren el propio laboratorio de Canadá y Dinamarca, que ya acreditó la existencia del clostridium botulinum, en materia de que la única manera de que haya llegado (la bacteria) al cuerpo de Neruda fue estando vivo”, que “ingresó al cuerpo de Neruda por acción de terceros”.
La abogada remarcó que no era posible “poner una lápida” a una investigación de 13 años, más aún cuando “ya está probado que tres o cuatro personas intervinieron en un certificado médico de falsedad ideológica, ya que Neruda no murió de cáncer”.
“El asunto es que aquí hay un elemento que no se puede dejar de lado y es un elemento político, ubicándonos dentro del contexto de 1973”, sostuvo Flores.
El 8 de abril de 2013 se exhumaron sus restos, que fueron enviados a Carolina del Norte, Estados Unidos, y a la Universidad de Murcia en España.
Las dudas sobre la muerte del poeta
El primer informe del Servicio Médico Legal chileno indicaba que Neruda padecía de cáncer de próstata avanzado con metástasis, pero esas pruebas no permitieron establecer con exactitud la causa de su muerte, ocurrida el 23 de septiembre de 1973.
Esto derivó en una serie de investigaciones tanto en Chile como fuera del país y hace cinco años el segundo panel de peritos nacionales y extranjeros descartó que Neruda hubiese muerto por cáncer de próstata.