“Fue un muy lindo encuentro. Hablamos de los problemas que aquejan al mundo y también a la Argentina. Le comenté cómo estamos avanzando en las negociaciones con los organismos de crédito y él, como siempre hace, me expresó su idea de apoyarnos en todo lo que puede”, señaló Fernández cuando se dirigía a un almuerzo con su par italiano Sergio Mattarella.
El prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Gänswein, fue el encargado de recibir al Presidente y a su pareja, Fabiola Yañez, junto a la comitiva compuesta por el canciller, Felipe Solá; el ministro de Economía, Martín Guzmán; los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello; de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi, y de Culto, Guillermo Oliveri, además de la embajadora argentina ante la Santa Sede, Fernanda Silva. Tras la audiencia privada, el Pontífice saludó a la comitiva que acompaña al Presidente e intercambiaron obsequios.
Finalmente, Fernández mantuvo, junto a Solá, Oliveri y Silva, un encuentro con el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, quien estaba con el secretario para las Relaciones con los Estados el obispo Paul Gallagher. A través de un comunicado el Vaticano, en tanto, informó de ambos encuentros celebrados en su sede: «Durante las cordiales discusiones con los Superiores de la Secretaría de Estado, se expresó reconocimiento por las buenas relaciones bilaterales existentes y la intención de seguir desarrollando la colaboración en áreas de interés mutuo”.
«También nos centramos en la situación del país, con especial referencia a algunos problemas como la gestión de la emergencia pandémica, la crisis económico-financiera y la lucha contra la pobreza, destacando, en este contexto, el importante aporte que ha tenido la Iglesia Católica. Finalmente, se plantearon algunas cuestiones regionales e internacionales», concluyó el texto oficial.»También nos centramos en la situación del país, con especial referencia a algunos problemas como la gestión de la emergencia pandémica, la crisis económico-financiera y la lucha contra la pobreza, destacando, en este contexto, el importante aporte que ha tenido la Iglesia Católica. Finalmente, se plantearon algunas cuestiones regionales e internacionales», concluyó el texto oficial.