El índice de precios al consumidor (IPC) que elabora el Indec subió 2,7% en diciembre. Así, la inflación minorista de 2024 fue de 117,8%, según informó el organismo este martes.

De esta manera, la variación interanual se redujo en más de 90 puntos con relación al 211,4% que se había registrado en 2023. La cifra final también estuvo significativamente por debajo de las previsiones que había formulado el gobierno, que aspiraba a cerrar el año con una suba estimada de 140%.

El dato, sin embargo, representa un quiebre con relación a la tendencia decreciente, ya que subió tres décimas porcentuales con relación al 2,4% registrado en noviembre. El fenómeno, habitual del último mes del año (donde suele haber una mayor demanda por las fiestas navideñas y los preparativos para el período vacacional), prende una luz de advertencia a la hora de señalar que la inflación haya sido doblegada, como sugiere el relato oficial.

Como viene ocurriendo en los últimos meses, fueron los servicios los que motorizaron la suba de precios. Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles fue la división que más subió en diciembre (5,3%), por los incrementos en Alquiler de la vivienda y gastos conexos y Electricidad, gas y otros combustibles. Le siguió la división Comunicación (5,0%), por las subas en Servicios de telefonía e internet. El podio lo completó Restaurantes y hoteles (4,6%), con una variación típicamente estacional relacionada con la temporada de verano y las vacaciones.

En cuanto a Alimentos y bebidas no alcohólicas, tuvo una variación de 2,2% en diciembre, bastante por debajo del promedio general. La evolución de esa división resulta clave porque es la de mayor ponderación a la hora de elaborar el IPC: en algunas regiones llega a representar el 35,7% de los gastos de una familia tipo (en el GBA, compuesto por la Ciudad de Buenos Aires y su zona de influencia, sólo representa el 23,4%). Además, de los precios de los alimentos se extraen los datos para la valorización de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que determina las líneas de pobreza y de indigencia y que este mes, al igual que los últimos, aumentó por debajo del nivel general.

Los servicios motorizaron la suba de precios. En diciembre aumentaron 4,4% y acumularon un 189% en todo el año.

La tónica del año recién finalizado estuvo marcada por la mayor suba en los servicios, que aumentaron 4,4% en diciembre y 189%, casi el doble de los bienes (1,9% y 96,3% respectivamente). Si se efectúa un desglose por regiones, la Patagonia fue la que tuvo la mayor suba anual del IPC (124,7%), seguida por GBA (122,1%).

En el resumen de 2024, fueron los precios regulados por el Gobierno los que más subieron y mayor responsabilidad tuvieron en la inercia inflacionaria. Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles aumentó 248,2% entre enero y diciembre, más que duplicando la suba del IPC; Comunicación lo hizo en un 186,4%; Educación, que involucra las cuotas de los establecimientos privados con subsidio estatal, 169,4%; y Transporte, 137,8%. Sólo esos cuatro ítems aportaron 39 puntos al IPC, casi un tercio de la cifra final anual.

Conocidos estos datos, resta saber qué hará el gobierno con ellos. El presidente Javier Milei había anunciado que si la baja de la inflación se profundizaba ordenaría reducir la tasa de devaluación mensual a la mitad, ya que considera que los precios entraron en una dinámica en que el “crawling peg” (microdevaluaciones diarias) del Banco Central, que equivale a un 2 por ciento mensual, es el principal responsable de la suba. Una medida de este tipo es considerada inminente por los mercados.

Para 2025 el Ministerio de Economía prevé una pauta inflacionaria de entre 18% y 20%, equivalente a 1,4% mensual. En fuentes gremiales afirman que hay una instrucción no escrita emitida a la Secretaría de Trabajo para que no homologue incrementos salariales por encima de ese rango.