La inflación en la Ciudad de Buenos Aires en julio fue del 5,1% como consecuencia del impacto del aumento de las tarifas públicas y las subas estacionales de frutas y verduras.

En los siete meses de 2024, la inflación en la Capital Federal acumuló una variación del 98,5%. Además, la suba interanual del costo de vida en la capital del país ascendió al 264,9%.

La variación fue superior a la estimada por las consultoras privadas para el total del país para el mes pasado. Los analistas estiman que la carestía a nivel nacional se ubicará por debajo del 4%, según lo expusieron en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publica todos los meses el Banco Central.

Según los analistas, la diferencia –que ya se ha manifestado en otras ocasiones– obedece a que las tarifas de los servicios públicos tienen un mayor peso en la canasta de bienes y servicios con los que se calcula la inflación en CABA respecto de la nacional relevada por el Indec. El instituto nacional dará el IPC nacional el próximo miércoles.

De conjunto, los servicios pesan más en la canasta de CABA que en la nacional. En CABA tienen una ponderación del 58,59%, mientras que la de los bienes es del 41,41%. En cambio, en la ponderación del Indec para la Región GBA (que agrupa a CABA y el Gran Buenos Aires), los bienes pesan un 59,3% y los servicios, el 40,7%.

El impacto de las mayores tarifas fue la explicación, entonces, de la aceleración de la inflación en CABA respecto de junio, cuando arrojó un 4,1%. Según los expertos, estas subas forman picos que al mes siguiente, de no repetirse, caen. Es decir, no significan un nuevo nivel de la inflación. Pero al pegar en los costos de la industria y el comercio, podrían sí derivar en un nuevo piso más alto que el anterior.

Detalles

Según el desglose que realiza la Dirección de Estadística porteña, los precios estacionales (donde impactó frutas y verduras por los intensos fríos de principio de mes) subieron 11%, mientras que los regulados aumentaron 4,4% (tarifas).

En la otra clasificación, los bienes subieron un 3,4% y los servicios, el 6,3%. Dentro de las categorías de bienes, los alimentos subieron un 3,8%. Por encima se ubicó el aumento mensual del gasto en viviendas más combustibles, que se incrementó un 5,7%.

En servicios, los gastos de salud tuvieron una variación del 7,3% por las subas de medicamentos y cuotas de prepagas.