El nivel general de precios subió 136,7% en la Ciudad de Buenos Aires durante el año 2024. Así lo informó la Dirección General de Estadística y Censos porteña, en su informe correspondiente al último mes del año pasado, que fue difundido este jueves.

Según el organismo, la inflación de diciembre fue de 3,3%. En ese número final tuvo mucho que ver el empuje de los servicios, que subieron 4,2% en promedio y lo hicieron muy por encima de los bienes (1,9%). Así, tres de las cuatro divisiones con un mayor incremento correspondieron a esa agrupación: allí se destacaron Seguros y servicios financieros (que subió 5,8% mensual), Restaurantes y hoteles (5,2%) e Información y comunicación (4,3%). Entre ellos se coló Bebidas alcohólicas y tabaco, con un aumento de 4,4%.

También fue fuerte el alza en Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, que se incrementó 3,9% “al impactar principalmente las subas en los valores de los gastos comunes por la vivienda y de los alquileres. En menor medida, se destacaron las actualizaciones en los precios de los servicios para la reparación de la vivienda”, según el informe. Ese solo rubro aportó 0,75 puntos porcentuales al índice. La división de Alimentos y bebidas no alcohólicas, uno de los de mayor peso en la ponderación final, tuvo un incremento de 2,3%y al estar por debajo del promedio general ayudó a suavizar el resultado final.

Lo llamativo del número final es el desacople entre los números de la Ciudad de Buenos Aires y el resto del país. Mientras el gobierno nacional celebra que los informes del Indec muestran incrementos apenas por encima del 2 por ciento mensual y se ilusiona con un quiebre de la inflación, en CABA no se pudo perforar en ningún momento el piso del 3 por ciento. En los meses previos, octubre y noviembre, el guarismo no descendió más allá del 3,2%, apenas una décima menos que en diciembre.

La explicación se debe a la diversidad de canastas de consumo que se toman en cuenta para ponderar los incrementos. Así, mientras desde el Indec le dan prioridad a lo que sucede con los alimentos y bebidas no alcohólicas, la DGEyC considera que el rubro al que los porteños le dedican mayor parte de su gasto es el de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (17,43% del total). Eso explica la diferencia que habrá en el resultado anual: se estima que el índice de precios al consumidor a nivel nacional, cuyo valor se difundirá la semana próxima, rondará entre el 117% y el 119%, casi 20 puntos menos que en la Ciudad.

En lo que sí coinciden ambos organismos es que en 2024, a diferencia de años anteriores, el verdadero motor de la inflación fueron los servicios. En CABA la suba de esa segmento en los últimos 12 meses fue de 167,1%, mientras que los bienes tuvieron un alza de 101%.

Las perspectivas en ese sentido no son buenas, ya que el Gobierno porteño anunció que durante el año recién iniciado se propone actualizar fuertemente las tarifas del transporte: en marzo planea aplicar un aumento de 10% en la tarifa del subte y de los colectivos bajo su jurisdicción, y a partir de allí la ajustará según la inflación del mes previo más un plus de 2 por ciento. Con esa decisión, se puede suponer que la inflación porteña gozará de buena salud en 2025.