Tocaba la guitarra y quería ser contador como su papá, que había fallecido hace poco tiempo. Para cumplir su sueño, se fue a vivir a La Plata con su tía y se anotó en el Comercial nocturno de esa Ciudad, hoy conocido como la Escuela de Educación Secundaria N° 31 de La Plata. Trabajaba de día y cursaba 4to año de noche. Era ‘el hijo del medio’, tenía un hermano menor, Héctor; y el mayor de la familia que se llama Sergio; todos criados con mucho esfuerzo por Raquel, su mamá, que luego de quedar viuda fue el único sostén de la familia. Rolando Pacholczuk tenía 19 años, y a esa edad, faltando poco más de 20 días para terminar el servicio militar obligatorio, fue llamado a combatir en la guerra de Malvinas. A pocos metros para cumplir su objetivo militar, fue herido en combate el 14 de Junio de 1982 y mientras era trasladado en el Buque Almirante Irizar, falleció.
Hoy el rostro de Rolando aparece en las ventanillas de las líneas de transporte interurbano que transita por la Ciudad de La Plata a modo de homenaje, al cumplirse 40 años de la guerra, junto al resto de los excombatientes de La Plata caídos en las islas. Pero era necesario hacer algo más, habían datos de esa historia de vida que no eran correctos y debían ser corregidos y eternizados.
Ese paso lo inició Giselle Martin Ocampos, directora de la Secundaria N° 31 que, luego de tres meses de investigación, acercó la propuesta a las autoridades provinciales para reparar el legajo escolar del ex combatiente de Malvinas. “Si bien se indicó en 1982 la baja de Rolando Pacholczuk, desde el punto de vista administrativo en nuestro sistema aparece como que abandonó sus estudios, y es un hecho que está muy alejado de la realidad”, cuenta a Tiempo la titular del establecimiento educativo.
Durante la jornada, el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, junto a los directivos de la escuela, realizaron un acto reparatorio de su legajo. “Para la escuela en sí, reparar un legajo es una acción pedagógica sumamente importante por el rol formativo que tenemos como institución. Formamos ciudadanos que en un futuro van a conducir el país y tienen que reconstruir la historia correctamente. Y es necesario hacer un ejercicio de la memoria para que interpele a las y los estudiantes”, agrega Martín Ocampos.
La comunidad estudiantil de la Escuela de Educación Secundaria N° 31 está muy comprometida con la historia de Malvinas. “Participan activamente, han realizado innumerables obras artísticas sobre la guerra, y han hecho obras de teatro sobre la vida de Rolando, han escrito poemas y sobre su paso como estudiante. El viejo legajo de Rolando decía que abandonó sus estudios, hoy indica que Rolando es un héroe de Malvinas”, termina.
La reparación del legajo es un hecho de justicia
Raquel tiene más de 90 años y casi la mitad de su vida la pasó sin la presencia de su hijo Rolando. Este martes recibió una copia del mismo legajo que fue reparado y que se encuentra en el ex comercial de La Plata. Durante el acto de homenaje, además, se impuso el nombre de Rolando Pacholczuk, a la misma aula en la que él cursó hasta su convocatoria al Servicio Militar Obligatorio y su partida a la guerra de Malvinas.
“Esta reparación es claramente un acto de justicia. Rolando nunca debió haber figurado como que dejó los estudios. Está claro que eso no paso, no pudo terminar sus estudios por la locura de la guerra en la que nos metieron las Fuerzas Armadas de la dictadura”, asevera en diálogo con Tiempo el vicepresidente del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas C.E.C.I.M La Plata, Hugo Robert. “Con Rolando nos conocimos unos días antes de viajar a Malvinas en un regimiento, ya los dos como soldados de la compañía C. Nunca me voy a olvidar la fecha, nos conocimos el 4 de abril y estuvimos juntos toda la guerra en la misma trinchera, hasta esa madrugada del 14 de junio en el que Rolando fue alcanzado por una bomba”, recuerda emocionado. “Algo que siempre quiero dejar en claro para dimensionar la situación en la que estábamos en la guerra, es que Rolando tuvo un arma que nunca funcionó, era una FAL. Toda la guerra estuvo esperando que le reemplazaran el arma y nunca lo hicieron. Rolando es el último soldado muerto de Malvinas. A él lo hieren el 14 de junio y muere el 16”, detalla.