A riesgo de ser una verdad de Perogrullo, la fuga de capitales en la Argentina es un mal endémico. En 2002, la investigación que realizó una comisión de Diputados se concentró en una pequeña muestra que arrojó datos escalofriantes sobre el año anterior, el del crack económico. En 2001 se habían fugado 30 mil millones de dólares y lo hicieron tanto empresas como personas físicas. En aquel listado aparece la familia Macri a través de sus empresas Correo Argentino SA, Socma y Socma Americana. Estas dos últimas relacionadas con el escándalo de Panamá Papers que todavía la Justicia argentina está investigando. Familiares y amigos del presidente, hoy funcionarios, aparecen en aquel olvidado padrón.
Según la investigación parlamentaria, «por cada dólar que formaba parte de la deuda externa le correspondía 90 centavos de la misma moneda que se había producido en el país pero que se había fugado». Los diputados de entonces realizaron una muestra de algo más de 96 mil operaciones que, traducido en divisas, implican la suma de 30 mil millones de dólares fugados.
Por aquel entonces, la familia Macri explotaba todavía el Correo Argentino, y en el listado aparece realizando once operaciones que suman 4,89 millones de dólares que se fueron de la Argentina. No fue la única empresa de la familia presidencial que aparece allí. Autopistas del Sol tenía en su paquete accionario a los Macri y en aquel año 2001 sacó del país 46,72 millones de dólares. En tanto, Socma Inversora fugó 9,13 millones de dólares y Sideco Americana unos 27,12 millones a los que se deben sumar los 6,41 millones de dólares de Socma Americana. Todas empresas que forman parte de la investigación de los Panamá Papers.
Si bien en la nómina de personas físicas aparece el tío fallecido de Macri, Jorge Blanco Villegas, con una salida de 9,8 millones de dólares, el nombre que más llama la atención es el del actual director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), Gustavo Arribas, quien aparece con 5,5 millones de dólares sacados de la Argentina.