La reducción del presupuesto destinado a personas en situación de calle no es un simple ajuste. Quien toma esa decisión tiene en sus manos la vida de quienes duermen a la intemperie. En los últimos años, la Ciudad de Buenos Aires respondió a la emergencia habitacional con “políticas parche”, iniciativas transitorias que no resuelven el problema de fondo y que ponen en peligro la vida de los más postergados.
En diciembre pasado se conoció que alrededor de 9440 personas duermen en la calle en todo el país, según el último Relevamiento Nacional de Personas en Situación de Calle (Renacalle) realizado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), y Cáritas, entre otras organizaciones civiles. De ese total se desprende que 8028 personas sin hogar (el 85% del total) son de la Ciudad de Buenos Aires. Pero pese a estas cifras escandalosas, el dinero invertido en la problemática dentro de la Ciudad se redujo un 44 por ciento.
El relevamiento fue realizado en abril de este año por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), y por la organización Proyecto 7, junto a treinta organizaciones sociales. El documento señala que la Ciudad de Buenos Aires “responde a la emergencia habitacional con políticas de atención transitoria, a través de la provisión de alojamientos en Centros de Inclusión Social (paradores) o con la gestión de subsidios monetarios para la gestión de un alquiler”.
Los programas implementados en el distrito porteño son a corto plazo. Ninguno de ellos estipula soluciones habitacionales definitivas, “y aquellos que alguna vez existieron (como Ley 341 y la Ley 624) hace años se encuentran discontinuados o desfinanciados”.
Reducción del presupuesto
Las organizaciones que presentaron el documento dejaron en evidencia que “actualmente los subsidios habitacionales tampoco alcanzan a cubrir los gastos del alojamiento”.
Según datos de la Clínica Jurídica del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), los subsidios habitacionales sólo cubren un tercio del costo de alquiler de habitaciones en hoteles-pensión y “en la medida en que no se actualicen las partidas presupuestarias asignadas a estos programas, incluso estas respuestas de emergencia se verán fuertemente desfinanciadas”. Con las proyecciones actuales, el conjunto de las políticas de emergencia se vería reducido en un 44% en términos reales, de acuerdo a las cifras del presupuesto presentado.
La Dirección General de Atención Integral Inmediata, dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, administra dos líneas de apoyo económico: el Subsidio 690 y Nuestras Familias.
El primero es un apoyo económico dirigido a familias o a personas solas que se encuentran en inminente situación de desamparo habitacional o que se hallan transitoriamente sin vivienda o refugio, por motivo de desalojo u otras causas; y el segundo es una asistencia económica destinada a grupos familiares que se encuentran en situación de vulnerabilidad o riesgo social comprobado.
“El valor de una pieza con baño y cocina compartida puede tranquilamente estar en $ 200.000 para arriba, pero desarrollo social te da máximo $ 150.000 y encima en partes”, señalaron en un comunicado las y los vecinos que vivían en el edificio de Av. Entre Ríos 2072 que el último jueves fueron desalojados y derivados a hoteles familiares por un par de semanas. Son 44 personas que conforman 15 familias (incluyendo 22 niños, dos con discapacidad).
Vacantes insuficientes
A mediados de mayo de este año, el GCBA presentó un nuevo programa de asistencia a personas en situación de calle. Se trata de la Red de Asistencia, que vino a reemplazar al programa Buenos Aires Presente (BAP) y que tiene como objetivo que aquellas personas que duermen a la intemperie puedan recibir asistencia y traslado a los paradores de la Ciudad.
Pero el “nuevo programa” se inauguró en base a las polémicas cifras oficiales que señalan que hay alrededor de 4000 personas en situación de calle en todo el distrito porteño, cuando el relevamiento del ReNaCalle, destaca que en la CABA hay 8028 personas sin techo que duermen en la calle.
El estudio se realizó en once ciudades del país y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires encabeza la lista de centros urbanos con mayor cantidad de personas en situación de calle. De la cifra total se desprende que 7119 son mayores y 909, menores. El informe advierte que hay 3409 plazas en espacios de asistencia, por lo que faltarían 4619 para alojar a esas personas.
Le siguen Santa Fe capital (505), San Salvador de Jujuy (185), Paraná, Entre Ríos (157), el partido bonaerense de Lanús (154), Morón (140), Corrientes capital (125), Pergamino (52), San Martín, Mendoza (43), San Fernando del Valle de Catamarca (28) y Malvinas Argentinas (23).
Cifras en crecimiento
“Teníamos 4500 en situación de calle en abril. La enorme mayoría de esa gente viene del conurbano”, se excusó en los últimos días el ministro de Seguridad porteño Waldo Wolff, en diálogo con Opinión Pública que se emite por Canal 9. “Nosotros tenemos 47 paradores en la Ciudad de Buenos Aires que son un lujo. Tenemos capacidad de albergarlos», agregó el mandatario PRO. Pero en la misma nota reconoció que hubo un importante crecimiento de personas en la calle estos últimos meses: “Estamos teniendo un aumento de cerca del 10% mensual en los últimos meses. Son 300 personas nuevas por mes que entran”, alertó.
Las cifras oficiales pusieron en contexto la grave crisis económica y social por la que atraviesa el país pero fundamentalmente la Ciudad de Buenos Aires. Estos guarismos salieron a la luz en medio del anuncio de la inflación en CABA que dio 4,8%, lo que marcó 0,4 décimas por encima del mes de mayo y en el año acumuló casi un 89 por ciento. A esto se sumó que la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires dio a conocer los datos de pobreza e indigencia correspondientes al primer trimestre del año. Según el informe, el 30,4% de los hogares (411.000 viviendas) y el 35,1% de la población (1.083.000 personas) se encuentra en situación de pobreza. En la comparación interanual, hay un aumento de 198.000 hogares y 410.000 personas en condición de pobreza.