El presupuesto del Ministerio de Educación para 2017 en la Ciudad de Buenos Aires representa apenas un 18,26% del total de los fondos que el Estado comunal calcula gastar en el año, la proporción más baja en 15 años. En 2002 la cartera educativa se quedaba con casi uno de cada tres pesos del presupuesto porteño y ahora será menos de uno cada cinco.
Según el proyecto de ley de presupuesto enviado por el gobierno porteño a la Legislatura, la Ciudad destinará $ 32.500 millones en 2017 al área de educación, un 30% más que en 2016. Sin embargo, esa proporción esconde una serie de ajustes. Por un lado, la inflación pasó del 26% previsto al 40% según el ministro de Hacienda nacional, Alfonso Prat-Gay. Por el otro, el aumento previsto es casi la mitad del incremento promedio del presupuesto, que alcanza el 58 por ciento.
Esta cifra se conoce la misma semana que el ministro de Educación de la Nación, y último ministro porteño, Esteban Bullrich, destacó que «el sistema educativo argentino no sirve más». La referencia ocurrió en el coloquio de IDEA en Mar del Plata, donde se reúnen los empresarios más acaudalados del país.
Bullrich, que se formó en la educación privada, estuvo cinco años al frente del Ministerio de Educación de la Ciudad donde forjó el modelo que hoy se aplica al país. Como Tiempo reveló a fines del año pasado, la Ciudad invertía cuatro pesos en las escuelas públicas por cada uno destinado a subsidios a la escuela privada en 2007, cuando Mauricio Macri llegó a la Jefatura de Gobierno porteña. Hoy esa relación es de tres a uno. Según el presupuesto 2017, el dinero destinado a la Dirección General de Gestión Estatal representa el 51% del presupuesto total del Ministerio, mientras que la Gestión Privada recibe el 16% en subsidios.
«Bullrich llegó a la Nación para cerrar programas y nacionalizar en el área una visión empresaria basada en el achicamiento sostenido», señala Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). El ministro nacional también fue el impulsor del sistema de inscripción online que en los tres años de aplicación en la Ciudad ya dejó a 23.432 chicos sin vacantes en escuelas públicas. La semana pasada comenzó un nuevo ciclo de inscripciones y se renovaron los reclamos por el sistema de asignación y por la falta de escuelas de doble escolaridad. «