La actividad económica cayó 3,9% interanual en junio y 3,2% en el acumulado del primer semestre con relación al mismo período de 2023. Así lo informó el Indec, al difundir este miércoles su Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE).
Tampoco fue bueno el dato de la variación mensual: el índice desestacionalizado mostró una baja de 0,3% con relación a mayo.
Las cifras pudieron haber sido mucho peores de no mediar el efecto estadístico de la recuperación de la actividad agropecuaria. Después de un 2023 muy malo, donde la producción se vio afectada por una feroz sequía, el sector subió un 82,4% interanual. Ese factor, por sí solo, le aportó 4,4 puntos al EMAE. Si no se computara esa anormalidad, la caída genuina habría sido superior al 8 por ciento.
El dato significó un nuevo traspié para el gobierno, que había festejado cuando se dio a conocer el número de mayo, con un sesgo favorable (+1,9% interanual y 0,7% mensual). La actualización profundizó el rumbo negativo de la actividad, que salvo la excepción citada se viene manifestando sin solución de continuidad desde noviembre.
La baja fue motorizada, no por casualidad, por los tres sectores que más movimiento y mano de obra generan. La industria manufacturera retrocedió 20,4%; la construcción, 23,6%; y el comercio minorista, 18,6%. Entre los tres le restaron 6,8 puntos a la variación interanual del indicador. En la caída de la demanda por el menor poder adquisitivo de la población y la parálisis de la obra pública que dispuso el gobierno de Javier Milei se encuentran las razones de esos resultados.
De los 15 sectores relevados, sólo seis mejoraron en la comparación con junio del año pasado. Allí se encuentran agricultura y ganadería; pesca; y minas y canteras. Sus características marcan el perfil extractivista de las medidas económicas del gobierno. Los otros tres (transporte y comunicaciones; enseñanza; y servicios sociales y de salud) tuvieron mejoras marginales y apenas aportaron en conjunto una variación positiva de 0,07 puntos.
Lo que viene para los próximos meses es motivo de discusión para los analistas, que se dividen entre los que ven “brotes verdes” y los que creen que todavía no se llegó al piso de la crisis.
En base a los datos preliminares de julio, la Unión Industrial Argentina opinó que “la dinámica del tercer trimestre se estima que podría exhibir una morigeración en la caída anual y una mejora en comparación con el segundo trimestre”.
Sin embargo, este jueves se conoció otro dato demoledor por parte de la Fundación FIEL, que informó que “la actividad industrial cayó 5,2% en julio en la comparación interanual y acumula un retroceso de 10,9% en los primeros siete meses del año”.