La noticia futbolera que cierra 2019, el año que será recordado en Argentina como el que se reconoció a las jugadoras como trabajadoras casi ocho décadas después que a los hombres, es que hay dos jugadores del plantel profesional de Huracán imputados por haber participado de una violación en manada en Villa Carlos Paz, Córdoba, durante sus vacaciones. Walter Pérez y Federico Marín, ambos de 21 años, son dos de los diez detenidos desde el fin de semana pasado por orden del fiscal de Instrucción 2 de Villa Carlos Paz, Ricardo Mazzuchi. Los nombres de los jugadores, que en un principio había trascendido que eran de las divisiones juveniles del Globo, se conocieron recién este jueves, una semana después de ocurrido el hecho.
Pérez es un volante por izquierda de 21 años, con 39 partidos en Primera y un contrato firmado el último mes hasta junio de 2023 con una cláusula de salida de 15 millones de dólares. Marín, en tanto, es de la misma categoría pero jugó la última temporada a préstamo en Defensores de Belgrano. Mañana será la indagatoria y los acusados podrán declarar para determinar así las responsabilidades de cada uno de los diez integrantes del grupo que alquiló una casa en el barrio La Quinta para pasar sus vacaciones. La joven de 18 años los acusó de haberla forzado a ingresar a una habitación donde la violaron.
En el club de Parque Patricios, que en las últimas semanas justo se encontraba elaborando el protocolo para casos de violencia de género, están a la espera de cómo sigue la causa que está bajo secreto de sumario. La última declaración pública fue el comunicado del fin de semana pasado en el que «ratifica su posición de profundo repudio a cualquier acto de violencia en general y contra las mujeres en particular». Además, agregaba: «El club no dudará en aplicar las medidas disciplinarias más severas respecto de los involucrados».
El caso vuelve a destapar que los clubes de fútbol de Argentina carecen de herramientas para prevenir estos casos, en principio, pero sobre todo para actuar, pese al contexto general de avance de las demandas feministas. Ninguno de los cinco grandes (Boca, River, Racing, San Lorenzo e Independiente) tiene aprobado un protocolo para actuar ante situaciones como estas. Vélez fue pionero en este rubro, en un camino que también recorrieron Rosario Central, Lanús, Banfield, Estudiantes y Gimnasia. Pero aún son excepciones los que sí tienen herramientas.
Este mismo mes Racing quedó expuesto luego de que el delantero Jonatan Cristaldo fuera denunciado por su pareja por violencia de género y la Justicia le dictara una restricción perimetral. Cristaldo fue licenciado por cinco días, pero luego se reintegró al plantel y fue titular en el último partido del año, en el que la Academia se consagró campeón del Trofeo de Campeones ante Tigre. «No se le puede impedir el trabajo a nadie. Es anticonstitucional. Como club tenemos que ponernos a escribir un protocolo, porque al no estar habituado nos puede tomar por sorpresa. Es un tema muy sensible y una como mujer se siente responsable», aseguró Bárbara Blanco, vocal en la Comisión Directiva e hija del presidente Víctor Blanco. El próximo jueves 2 de enero, cuando Racing comience su pretemporada en el predio de la AFA, Cristaldo será uno más dentro del grupo.