La presidenta de la organización Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y el flamante obispo auxiliar de la Ciudad de Buenos Aires recibieron la distinción de manos del Defensor del Pueblo Alejandro Amor y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
La secretaria general y titular del Consejo para la Vigilancia, Promoción y Protección de los Derechos Humanos de la Defensoría, Silvina Penella, fue la encargada de abrir el acto y recordó a Alicia Oliveira, primera Defensora del Pueblo de la Ciudad, a quien definió como una voz que se alzó con compromiso en tiempos de democracia y en Dictadura. En ese sentido, destacó la decisión política de Alejandro Amor de instituir este premio: Visibilizar las inequidades e injusticias no es un rol sencillo.
A continuación, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, resaltó la importancia de poner en evidencia las acciones reconocidas. Estos premios son un aliciente, una forma concreta de demostrar cariño y amor, y alientan a seguir caminando.
Hoy es un día para sonreír y caminar con esperanzas porque todo lo que hay para cambiar depende de nosotros. En esos años donde ya nos pesa lo vivido, esta caricia hace mucho bien, agregó.
Por su parte, el Defensor del Pueblo Alejandro Amor resaltó la decisión de entregar el premio junto a Estela de Carlotto y aseguró: Hoy el compromiso por la Memoria, la Verdad y la Justicia tiene que ser más fuerte en cada uno de nosotros para que no hay nunca más un desaparecido.
Sobre el trabajo del padre Carrara y otros curas villeros, destacó el compromiso de vida de estar presentes donde el Estado no está. Llevan a cabo una tarea silenciosa y extraordinaria en los lugares de mayor conflictividad, indicó y concluyó: Para los defensores y defensoras de los derechos humanos, el compromiso es hacerse cargo de los más vulnerables. A todos nos toca defender de distintas maneras a esas personas, luchando contra la Sociedad del Descarte, redoblando nuestro compromiso con la Verdad, la Memoria y la Justicia, y con la construcción de una sociedad más justa. Nos somos el cargo que tenemos, sino militantes de la vida.
En sus palabras de agradecimiento, Lita Botano, presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, manifestó: No nos peleemos entre nosotros, sigamos juntos a pesar de las diferencias. Le pido a la generación que tiene la edad de nuestros hijos que no dejen de seguir luchando, para que los más jóvenes no tengan miedo.
Por último, Gustavo Carrara aseguró: Recibo el premio en nombre de una acción comunitaria. Hoy me toca aparecer a mí, pero el premio es para una comunidad que se organizó para ponerse al servicio de los más desprotegidos, y que con pequeños gestos y gran amor hace algo para tratar de vivir mejor.