Carlos Tevez, en su conferencia de prensa del último lunes, enumeró los objetivos que tenía Boca después de la eliminación de la Libertadores y lo primero que mencionó fue a la Copa Argentina. Este certamen -muchas veces mirado de reojo- estuvo a punto de dejar de jugarse en principios de año pero, de golpe, pasó a ser el único título argentino que le queda a 2016 y, además, la obsesión de casi todos los grandes: el ganador jugará la próxima Libertadores y para Boca, River y Racing es la última oportunidad de meterse en la Copa de 2017. Por eso hoy desde las 18 horas, River jugará en Formosa con sus mejores hombres ante Sportivo Rivadavia de Venado Tuerto, tal como lo hiciera el propio Boca hace unas semanas ante Güemes de Santiago del Estero.
Por primera vez desde que volvió a jugarse en 2011, la Copa Argentina pasó a ser un objetivo primordial desde la pretemporada misma. Hace un año, Marcelo Gallardo les dio lugar ante Liniers de Bahía Blanca a Martín Aguirre y a Pablo Aimar para que pudieran jugar por última vez al fútbol profesional antes de retirarse por problemas físicos, y para hoy, el Muñeco prefiere arriesgar a Jonatan Maidana -con molestias- antes de improvisar un poco en la última línea.
Guillermo Barros Schelotto no tuvo reparos en poner a todos los titulares ante un equipo del Federal. A tan pocos días antes de viajar a Ecuador por las semifinales de la Libertadores, y para la continuidad de Facundo Sava en Racing fue fundamental haber superado a Gimnasia y Tiro de Salta antes del receso invernal.
Estos tres grandes saben que sólo ganar la Copa Argentina les permitirá jugar la próxima Libertadores, después de haber hecho buenas campañas en las últimas dos ediciones del torneo que esta semana coronó a Atlético Nacional de Medellín. Por su parte, Rosario Central, que estuvo a un minuto de eliminar en cuartos al que después fue campeón de América, está en la misma situación los tres grandes mencionados. En cambio Independiente tiene la ventaja de jugar la Sudamericana, que aporta una plaza para el campeón, mientras que San Lorenzo ya se aseguró su boleto al jugar la final del torneo del primer semestre (Lanús y Estudiantes también están clasificados, mientras que Godoy Cruz espera a que el ganador de la Sudamericana no sea argentino).
Además, el ganador del trofeo recaudará más de nueve millones de pesos antes de fin de año en medio de la poca claridad que hay alrededor del torneo local, cuyos ingresos económicos todavía están en discusión. Similar situación tuvo que pasar a principios de año la propia Copa Argentina, ya que recién se confirmó su desarrollo cuando la AFA llegó a un arreglo con Torneos para televisar sus partidos, aunque el número de participantes sufrió un ajuste: pasó de 266 a 86 participantes. Los clubes no fueron los únicos que quedaron afuera con ese acuerdo, ya que la transmisión pasó de la TV Pública a canales propios de Cablevisión (3 y 600 HD), DirecTV (632 y 1632 HD) y Telecentro (2 y 1004 HD).