En su discurso ante el Foro Madrid edición Buenos Aires, el presidente Javier Milei apuntó una vez más contra la comunidad científica. Dejó en claro que considera que pertenece a la ‘casta’, definición que explica que sea permanente blanco de sus ataques. Desde el ámbito de la ciencia y la investigación, que viene batallando contra un ajuste que pone en peligro su existencia en el país, no tardaron en repudiar los dichos del mandatario. “A través de una posición oscurantista con siglos de atraso, el presidente Milei identifica a la comunidad científica y al pensamiento crítico como sus enemigos y niega el valor del conocimiento como base de la riqueza y el bienestar de las naciones”, lamentaron las autoridades de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Al referirse una vez más a la ‘casta’ como principal problema para la Argentina, Milei detalló en su discurso en el ahora ex CCK quiénes pertenecen a lo que llama “Partido del Estado”. Entre artistas, sindicalistas y otros, mencionó a quienes hacen ciencia. “Los supuestos científicos e intelectuales, que creen que tener una titulación académica los vuelve seres superiores y -por ende- todos debemos subsidiarles la vocación”, lanzó el Presidente. Y siguió: “Si tan útiles creen que son sus investigaciones, los invito a salir al mercado -como cualquier hijo del vecino- investiguen, publiquen un libro y vean si la gente le interesa o no, en lugar de esconderse canallescamente detrás de la fuerza coactiva del Estado”. Con insultos, como siempre.

Odio a la ciencia

“Hoy se hicieron explícitos y evidentes los motivos de esa política anti científica: Milei sostuvo que los científicos y científicas somos parte de lo que define como ‘casta’. De esta manera, puso de manifiesto que su fervor en contra de la ciencia y la tecnología nacional no tiene que ver con la búsqueda del tan mentado equilibrio fiscal”, advirtieron Guillermo Durán y Valeria Levi, decano y vicedecana respectivamente de Exactas, a través de un comunicado.

“El desmantelamiento se fundamenta en el más profundo odio hacia las personas que trabajan en el desarrollo científico y tecnológico y hacia el conocimiento basado en evidencia. A través de una posición oscurantista con siglos de atraso, el presidente Milei identifica a la comunidad científica y al pensamiento crítico como sus enemigos y niega el valor del conocimiento como base de la riqueza y el bienestar de las naciones. Es llamativo que varios de los países que dice admirar sustentan su desarrollo en una muy fuerte inversión en ciencia y tecnología”, señalaron.

En el mismo sentido se pronunció Daniel Filmus, Ex Ministro de Ciencia y Tecnología: “El Estado, en los países desarrollados como los que Milei dice que quiere ser (Irlanda, Corea, Alemania, EEUU, Israel, Japón), financia a la ciencia porque favorece crecer, genera industria, resuelve problemas de la gente como las pandemias, desarrolla tecnologías y permite ser soberano. Gracias a la vocación de los científicos y las tecnologías que crean, la humanidad avanza. Milei quiere ser una colonia que solo venda productos primarios”.

“Desarrollos del sistema de ciencia y tecnología que se venden en el mundo, las soluciones que se aportaron en la pandemia. Y la lista sigue y sigue. Cada vez que se expulsó a los científicos argentinos fueron recibidos en los mejores lugares. Sólo hay que ver la historia”, propuso Jorge Aliaga, físico de la Universidad de Hurlingham e investigador de Conicet.

Sin ciencia básica no hay ciencia

La concepción de la ciencia que tiene la gestión de Milei podría resumirse en un ejemplo. La semana pasada, el subsecretario de prensa de Nación, Javier Lanari, celebró como un “orgullo nacional” la llegada de un científico argentino al Times Square. “Estados Unidos aprobó el trigo HB4 de origen local. Esta tecnología, tolerante a sequía, va a permitir aumentar la producción y reducir las pérdidas. Un hito científico del país a nivel mundial”, posteó en su cuenta de X.

La tecnología HB4 fue impulsada por la prestigiosa Raquel Chan -investigadora del Conicet, docente de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral y directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL)- quien explicó hasta el hartazgo que un desarrollo de ese tipo no es posible si el Estado no financia las múltiples instancias de ciencia básica que anteceden a cualquier logro de ciencia aplicada.

“Esto se hace sólo con ciencia básica previa e inversión del Estado, luego con asociación público-privada. No surge de un día para el otro porque a mí se me ocurre –planteó a este diario días atrás- El que diga ‘vamos a invertir solo en ciencia aplicada’ está equivocado. No se hace así ni acá ni en ningún lugar del mundo”.