En ‘Breve historia de los colores’, el historiador y antropólogo francés Michel Pastoureau es entrevistado por la periodista Dominique Simonnet y da vida a un libro que investiga sobre el origen de los colores, una historia tan antigua como el hombre.

texto aternativo

texto aternativo

La Ciudad en fotos: amarillo porteño, el color del cambio

De los colores provienen simbolismos que usamos sin saber por qué, y moldean nuestra vida, nuestro modo de pensar y nuestras elecciones.

La Ciudad en fotos: amarillo porteño, el color del cambio

“Los colores reflejan los cambios sociales, ideológicos y religiosos, aunque también quedan presos de las mutaciones técnicas y científicas. Esto entraña gustos nuevos e, inevitablemente, miradas simbólicas diferentes”, señala Pastoureau a modo de introducción.

La Ciudad en fotos: amarillo porteño, el color del cambio

Sobre el color amarillo, el autor señala: “En la Antigüedad, el color amarillo era bastante apreciado. En las culturas no europeas como Asia y América del Sur, el amarillo siempre ha tenido una connotación positiva”.

La Ciudad en fotos: amarillo porteño, el color del cambio

“En la edad Media, el color dorado absorbió los símbolos positivos del amarillo, todo lo que evoca el sol, la luz, el calor, la vida, la energía y la alegría. En cambio, el amarillo, se ha convertido en un color apagado, triste, que recuerda al otoño, la decadencia, la enfermedad”, explcó.

La Ciudad en fotos: amarillo porteño, el color del cambio

“A mediados del periodo medieval, en todo Occidente el amarillo se convierte en el color de los mentirosos, de los embusteros, de los tramposos, pero también en el color del ostracismo, que se impone a las personas a las que se quiere condenar o excluir”, concluyó.

La Ciudad en fotos: amarillo porteño, el color del cambio

La Ciudad en fotos: amarillo porteño, el color del cambio

La Ciudad en fotos: amarillo porteño, el color del cambio

La Ciudad en fotos: amarillo porteño, el color del cambio